El jefe del programa nuclear de Irán anunció el lunes que Teherán estaba trabajando en un prototipo de centrífuga que es 50 veces más rápida que la permitida por el acuerdo nuclear que su país firmó con las potencias mundiales.
Los comentarios de Ali Akbar Salehi se produjeron cuando los iraníes conmemoraron 40 años de la toma de posesión de la embajada de Estados Unidos en 1979 y el inicio de una crisis de rehenes de 444 días.
Salehi dijo que el prototipo se llama IR-9.
El acuerdo nuclear de 2015 limitó a Irán a utilizar solo 5.060 centrifugadoras IR-1 de primera generación para enriquecer uranio girando rápidamente gas hexafluoruro de uranio.
Salehi, anteriormente en la misma entrevista de televisión estatal, dijo que Teherán estaba operando ahora 60 centrifugadoras avanzadas IR-6 en violación de su acuerdo nuclear con las potencias mundiales. Eso es el doble de la cantidad conocida anteriormente.
Al poner en marcha estas centrifugadoras avanzadas, Irán reduce aún más el plazo de un año que los expertos estiman que Teherán necesitaría tener suficiente material para construir un arma nuclear, si decide hacerlo.
Bajo los términos del acuerdo, del que Estados Unidos se retiró unilateralmente hace más de un año, Irán se había comprometido a no utilizar la matriz hasta finales de 2023.
Irán ha incrementado constantemente sus violaciones del acuerdo nuclear a medida que presiona a sus socios europeos para que encuentren una forma de sortear las sanciones estadounidenses que le han impedido vender petróleo en el extranjero y han paralizado la economía iraní.
El 1 de julio, Irán dijo que había aumentado sus reservas de uranio enriquecido por encima del máximo de 300 kilogramos establecido en el acuerdo, y una semana más tarde anunció que había superado el límite del 3.67 por ciento de pureza de sus reservas de uranio.
En su último movimiento, el 7 de septiembre encendió centrífugas avanzadas para aumentar sus reservas de uranio enriquecido.
Las tensiones regionales aumentaron en las últimas semanas tras un ataque con aviones no tripulados y misiles contra la mayor instalación petrolífera de Arabia Saudita que sacudió los mercados energéticos mundiales. Estados Unidos dijo que Irán estaba detrás del ataque. Teherán negó la acusación y dijo que cualquier ataque de represalia de Estados Unidos o Arabia Saudita podría conducir a una “guerra total”.