Irán ha encarcelado a dos destacadas figuras bahá’ís durante 10 años cada una en el marco de la represión de su mayor minoría religiosa no musulmana, según informó el domingo el grupo que representa a la comunidad en la ONU.
Mahvash Sabet, de 69 años, y Fariba Kamalabadi, de 60, que ya habían cumplido condenas de 10 años de prisión por su activismo, fueron condenadas a nuevas penas tras un juicio de una hora celebrado el 21 de noviembre, informó la Comunidad Internacional Bahai en un comunicado.
Las dos mujeres habían sido detenidas a finales de julio, al comienzo de una nueva ofensiva contra los bahá’ís, cuyo número se estima en unos 300.000 en Irán. La república islámica reconoce confesiones minoritarias no musulmanas como el cristianismo, el judaísmo y el zoroastrismo, pero no hace lo mismo con el bahaísmo.
“Es profundamente angustioso saber que estas dos mujeres bahai… vuelven a ser encarceladas durante otros 10 años por los mismos ridículos cargos”, declaró Simin Fahandej, representante de la Comunidad Internacional Bahai ante la ONU en Ginebra.
“Las palabras no alcanzan a describir esta absurda y cruel injusticia”, añadió.
La naturaleza exacta de los cargos relacionados con la seguridad nacional no quedó clara de inmediato, pero el Ministerio de Inteligencia iraní declaró en agosto que había detenido a bahá’ís sospechosos de espiar para un centro de Israel y de trabajar ilegalmente para difundir su religión.
Al menos 90 bahá’ís están actualmente en prisión o sometidos a vigilancia con tobillera, declaró la Comunidad Internacional Bahai, que añadió que había contabilizado 320 actos individuales de persecución contra miembros de la comunidad desde finales de julio.
La represión ha provocado la destrucción de viviendas y el cierre de negocios bahá’ís, añadió. Irán también está inmerso en una represión nacional contra las protestas por la muerte en septiembre de Mahsa Amini, una joven iraní de origen kurdo, tras ser detenida por la policía de moralidad.
Los bahaíes están acostumbrados a las acusaciones iraníes de vínculos con Israel, cuya ciudad septentrional de Haifa alberga un centro de la fe bahaí que se estableció tras el exilio de un líder bahaí mucho antes de que se creara el Estado de Israel.
Los bahaíes consideran tales acusaciones un pretexto para la persecución. Tanto Sabet como Kamalabadi habían formado parte de un grupo administrativo bahá’í, ahora disuelto, conocido como Yaran.
La pareja fue detenida por primera vez en 2008 y liberada en 2018, según la Comunidad Internacional Bahai. Sabet, que escribió poesía durante su década en la prisión de Evin en Teherán, fue reconocida en 2017 como Escritora Internacional de Coraje del PEN inglés.