El Ministerio de Asuntos Exteriores del Reino Unido dijo el martes que Reino Unido y Estados Unidos estaban de acuerdo en la necesidad de que Irán volviera a las negociaciones en Viena sobre el Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA).
La ministra de Asuntos Exteriores del Reino Unido, Liz Truss, se reunió con el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, durante la Asamblea General de la ONU en Nueva York, y mantuvieron conversaciones sobre Irán, Afganistán y la asociación trilateral de seguridad entre Estados Unidos, Australia y el Reino Unido.
El jefe de la política exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, dijo a los periodistas que los ministros de Reino Unido, China, Francia, Alemania y Rusia no se reunirán con Irán en las Naciones Unidas esta semana para discutir la vuelta a las conversaciones sobre el acuerdo nuclear.
Las potencias mundiales celebraron seis rondas de conversaciones indirectas entre Estados Unidos e Irán en Viena para tratar de resolver cómo ambos pueden volver a cumplir con el pacto nuclear, que fue abandonado por el ex presidente estadounidense Donald Trump en 2018.
Trump volvió a imponer duras sanciones a Irán, que entonces empezó a incumplir los frenos a su programa nuclear. Teherán ha dicho que su programa nuclear solo tiene fines energéticos pacíficos.
La semana pasada, el ministro de Defensa, Benny Gantz, dijo que Israel podría aceptar una vuelta a un acuerdo nuclear con Irán negociado por Estados Unidos, pero piden a Washington que tenga preparada una demostración de poder en caso de que las negociaciones se vuelvan agrias.
“El enfoque actual de EE.UU. de volver a poner el programa nuclear de Irán en una caja, lo aceptaría”, dijo Gantz, refiriéndose a los esfuerzos del presidente de EE.UU. Joe Biden, pero añadió que quiere que EE.UU. tenga un plan B con sanciones económicas, y se refirió al plan C de Israel, que implica una respuesta militar.
El primer ministro israelí, Naftali Bennett, aseguró el mes pasado en la Casa Blanca al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que no haría campaña pública contra los esfuerzos de Washington para convencer a Irán de que vuelva al acuerdo de 2015. Esto supone un cambio con respecto al predecesor de Bennett, Benjamin Netanyahu, que hizo una campaña agresiva contra el JCPOA e incluso aceptó una invitación para dirigirse a una sesión conjunta del Congreso en la que presionó sin éxito a los legisladores contra el acuerdo en 2015, agravando una ruptura ya creciente entre Israel y el Partido Demócrata estadounidense.
Sin embargo, Bennett también ha dejado claro que se opone a volver al acuerdo nuclear.
Funcionarios israelíes han advertido que también se están preparando para hacer frente al programa de Irán militarmente si es necesario.