Las Fuerzas de Defensa de Israel emitieron una orden el domingo para que todos los soldados fuera de servicio que se encuentran en Georgia o Azerbaiyán regresen de inmediato a Israel. Según informó Kan news, esta directiva se dio en medio de preocupaciones sobre posibles ataques de Irán en esos países como parte de su represalia por el asesinato en Teherán de Ismail Haniyeh, líder político del grupo terrorista Hamás.
Aunque ambos países están geográficamente cerca de Irán, solo Azerbaiyán comparte una frontera directa con la República Islámica. Los militares israelíes que se encuentran en estas naciones podrían estar allí por vacaciones o visitando a familiares.
Las autoridades militares israelíes no ofrecieron comentarios específicos sobre la orden, limitándose a señalar que realizan “evaluaciones de amenazas constantemente y actualizan en consecuencia la lista de países permitidos para el ingreso de militares”.
Irán y su aliado Hezbolá han amenazado reiteradamente con atacar a Israel tras dos asesinatos de alto perfil ocurridos a finales del mes pasado. El 30 de julio, días después de que un ataque con cohetes de Hezbolá, apoyado por Irán, causara la muerte de 12 niños y adolescentes en los Altos del Golán, Israel asesinó a Fuad Shukr, alto mando de Hezbolá, en un ataque aéreo en Beirut. Horas después, Haniyeh murió en una explosión en Teherán, sin que Israel haya reivindicado ni negado su participación. Tanto Irán como Hamás culpan a Israel por estos hechos.
Ante las amenazas de represalias, Israel se ha preparado para posibles respuestas, mientras que Estados Unidos ha incrementado su presencia militar en la región y diplomáticos occidentales trabajan para reducir las tensiones. Varias aerolíneas internacionales han suspendido sus vuelos a Israel y al Líbano ante la posibilidad de una escalada de la guerra.
El domingo por la noche, varios medios hebreos informaron que Israel preveía un ataque iraní significativo en cuestión de días. No obstante, los militares intentaron restar importancia a estas informaciones, subrayando que las instrucciones para los civiles no habían cambiado.
El viernes, el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán advirtió que estaba considerando atacar objetivos fuera de Israel, y mencionó que un posible ataque haría que la ofensiva con misiles y drones de abril pareciera “insignificante”, según Kan.
Existen informes de que el nuevo presidente iraní, Masoud Pezeshkian, está lidiando con presiones de sectores radicales para reducir la escala de la respuesta prometida por Teherán al asesinato de Haniyeh. En su lugar, Pezeshkian estaría abogando por atacar supuestas bases de espionaje del Mossad en la región.
“Ha sugerido apuntar a algún lugar relacionado con Israel en la República de Azerbaiyán o el Kurdistán iraquí, y notificar a esos países antes del ataque para poner fin a todo este drama”, afirmó un asistente al respecto en un periódico.
Según el informe, Irán ya ha atacado anteriormente supuestas bases de este tipo en el Kurdistán iraquí.