Kan reportó que un alto funcionario pidió derrocar al régimen iraní, mientras Irán recompone misiles y crecen evaluaciones sobre otra confrontación inminente en la región.
Jerusalén acelera presión y prepara respuesta más agresiva ante Irán
La emisora pública Kan informó el 10 de noviembre que un alto funcionario israelí no identificado afirmó que Israel debe fijarse como objetivo derrocar al régimen iraní antes de que culmine el mandato del presidente estadounidense Donald Trump. El mismo reporte señaló que Irán trabaja para recomponer sus reservas de misiles y que Jerusalén sigue de cerca esa evolución, en un contexto de preparativos para una nueva confrontación que fuentes la consideran probable a corto plazo.
Según una fuente de seguridad citada por el Canal 13, si se produce una nueva ronda Israel responderá “mucho más agresivamente” que en ocasiones anteriores y se prepara para combates que podrían extenderse más allá de los 12 días registrados en junio. Esa misma noche, medios israelíes indicaron que la directriz de acelerar la presión estratégica sobre Teherán se coordina con planes de contingencia ante la posibilidad de que el frente se reabra a corto plazo.
Medios israelíes, citando al New York Times, reportaron que Irán ha incrementado “día y noche” la producción de misiles balísticos con la meta de disponer de salvas capaces de lanzar 2.000 proyectiles de forma simultánea, frente al patrón de 500 lanzamientos en 12 días observado en junio. Ali Vaez, del International Crisis Group, señaló que las fábricas operan de modo continuado y que los planificadores en Teherán consideran otra contienda como un escenario probable.
El antecedente inmediato fue desde el 12 de junio, cuando Israel ejecutó una ofensiva contra objetivos vinculados al liderazgo militar iraní, a su programa nuclear y a capacidades de misiles. Informes describieron impactos en instalaciones, incluido el complejo de Natanz, y ataques selectivos que causaron la muerte de mandos de la Guardia Revolucionaria y de científicos. Irán atribuyó a Israel la autoría y voceros israelíes dijeron que buscaban impedir avances nucleares considerados inaceptables.

Datos clave de misiles, daños y víctimas de la campaña de junio
- Más de 500 misiles balísticos y unos 1.100 drones lanzados por Irán; 36 impactos de misiles y un ataque con dron en áreas pobladas.
- Víctimas en Israel: 32 muertos y más de 3.000 heridos; en Irán, más de 1.000 muertos por bombardeos israelíes.
- Daños a infraestructura: 2.305 viviendas en 240 edificios, afectaciones en dos universidades y un hospital, y más de 13.000 desplazados.
- Duración de la guerra: 12 días, con saturación de defensa antimisiles y uso sostenido de sistemas de interceptación.
Dinámica militar de junio: misiles iraníes y respuestas israelíes
Irán respondió con una combinación de misiles balísticos y drones de ataque. Recuentos señalan más de 500 misiles balísticos y en torno a 1.100 drones dirigidos contra territorio israelí durante la contienda, con 36 impactos de misiles y un ataque con nave no tripulada en áreas pobladas. Según datos hospitalarios y de salud, esos ataques causaron 32 muertos y más de 3.000 heridos en Israel, mientras en Irán murieron más de 1.000 personas por bombardeos israelíes.
En cuanto a daños materiales, informes detallaron perjuicios en 2.305 viviendas de 240 edificios, además de afectaciones en dos universidades y un hospital, y el desplazamiento de más de 13.000 residentes. Estas cifras se inscriben en la cronología de una campaña de 12 días, en la que la intensidad de fuego saturó la defensa antimisiles y requirió el empleo sostenido de sistemas de interceptación para mitigar los impactos sobre áreas urbanas y servicios esenciales.

Evaluaciones periodísticas y de investigación abiertas al cierre de junio afirmaron que, pese a la magnitud de los bombardeos, la infraestructura nuclear iraní sufrió daños menores a lo estimado en un principio. Esa constatación alimentó la percepción regional de que un nuevo intercambio es probable, dado que Teherán conservó material enriquecido a resguardo y capacidades críticas, mientras ambas partes ajustaron sus análisis sobre riesgos, ventanas de oportunidad y costos de una reanudación de hostilidades.
La respuesta iraní incluyó misiles de alcance medio y activación de plataformas en oleadas, con picos de lanzamiento nocturnos para desbordar la coordinación entre sirenas, refugios y escudos antimisiles. En paralelo, Israel mantuvo ataques de precisión con munición guiada contra centros de mando, radares y baterías antiaéreas, con el objetivo de degradar la red de defensa y mando y control. Intercepciones y dispersión de impactos limitaron víctimas, aunque la metralla y ondas expansivas alcanzaron zonas urbanas.
Rearme industrial iraní y ajustes políticos y defensivos en Israel
Reportes posteriores abordaron el efecto sobre la cadena industrial iraní. Informaciones en medios generalistas y especializados señalaron que la reposición de misiles y piezas clave avanza, con énfasis en propulsantes y componentes de guiado, mientras Teherán intenta cerrar vulnerabilidades detectadas durante la guerra. Estas referencias coinciden con la apreciación de que, si se reanudan los combates, el volumen de fuego iraní podría aumentar y concentrarse en salvas más densas que las observadas en junio.

En el plano político, el primer ministro Benjamín Netanyahu afirmó días después de la guerra que el cambio de liderazgo en Irán no es un objetivo de Israel, aunque admitió que podría ser una consecuencia de la campaña. Subrayó que la destrucción de las capacidades nucleares iraníes es prioridad y aseguró que Israel dispone de medios propios para neutralizarlas, con o sin participación de Estados Unidos, en entrevista con la televisión Kan el 19 de junio.
La divergencia entre esa posición y el mensaje del funcionario anónimo citado por Kan el 10 de noviembre fue señalada por medios. En la postura gubernamental, el relevo en Teherán corresponde a la sociedad iraní; en cambio, la fuente aseguró que Israel debe proponerse ese resultado antes de que concluya el mandato de Trump. La prensa indicó que según fuentes de seguridad, Jerusalén planifica escenarios de mayor duración y respuesta más contundente si se reanuda la guerra.
Sobre el alcance de los daños a instalaciones nucleares en junio, análisis con fuentes diplomáticas y técnicas describieron una afectación seria, pero no definitiva, con parte del material enriquecido a resguardo y trabajos de reconstrucción en curso. Israel reforzó la coordinación con servicios de emergencia y gobiernos locales, con protocolos para edificios residenciales, centros educativos y hospitales, y ajustó el despliegue antiaéreo para proteger zonas densas e infraestructura crítica, sin divulgar detalles operativos por seguridad.
