Según los informes, una adolescente murió la semana pasada después de que las fuerzas de seguridad del régimen iraní entraran en su escuela, exigiendo a las alumnas que cantaran una canción favorable al régimen que alababa al líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei, y golpeando violentamente a las que se negaban a hacerlo.
El incidente del jueves dejó hospitalizadas a varias alumnas del instituto femenino Shahed de Ardabil, entre ellas Asra Panahi, de 16 años, que posteriormente sucumbió a sus heridas, según informó el martes The Guardian.
Las colegialas iraníes de todo el país han sido grabadas en vídeos virales en los que se las ve quitarse públicamente sus hijabs, o pañuelos islámicos, exigidos por la ley, y corear consignas contra el régimen, lo que ha llevado a las fuerzas de seguridad a tomar medidas drásticas en escuelas y universidades, a veces con consecuencias mortales.
Los vídeos también muestran a las fuerzas de seguridad disparando gases lacrimógenos en las escuelas y metiendo a las estudiantes detenidas en coches que las esperaban.
El sindicato de profesores de Irán calificó las redadas de “brutales e inhumanas” en un comunicado publicado el domingo, y pidió la dimisión del ministro de Educación, Yousef Nouri.
El movimiento de protesta se desencadenó a raíz de la muerte de Mahsa Amini, de 22 años, que falleció en agosto tras ser detenida por la policía de la moral, por no llevar supuestamente el hiyab correctamente. El régimen iraní niega las acusaciones.
Un hombre que afirma ser el tío de Panahi habría declarado a la televisión controlada por el Estado que su sobrina no había muerto a causa de ningún golpe, sino de una enfermedad cardíaca congénita.
La muerte de Panahi habría desencadenado una nueva oleada de protestas, y un estudiante anónimo declaró a The Guardian: “No me han dejado ir a la escuela porque mis padres temen por mi vida. ¿Pero qué ha cambiado? El régimen sigue matando y deteniendo a las escolares”.
“¿De qué sirvo si simplemente me siento indignada en casa? Yo misma y otros estudiantes de todo Irán hemos decidido protestar en las calles esta semana. Lo haré aunque ahora tenga que ocultarlo a mis padres”, dijo Naznin, de 16 años.
El informe citó a otra manifestante, a la que se refirió como Nergis, que dijo: “No tengo ni un solo pariente en Ardabil, pero con esta brutal represión contra nuestras hermanas, que sólo tenían 16 años, han despertado a toda la nación”.
Nergis citó las muertes de Nika Shahkarami, de 17 años, y de Sarina Esmailzadeh, de 16, otras dos colegialas asesinadas por las fuerzas de seguridad en las últimas semanas, como algo que añade combustible al ya poderoso movimiento de protesta en todo el país.
“Nunca supimos que estuviéramos tan unidos, tanto en las regiones baluchas como en las kurdas. El mundo ha oído hablar de Nika, Sarina y Asra, pero hay tantos otros niños sin nombre de los que no sabemos nada”, dijo.
“No es sólo la muerte de Asra, la República Islámica ha estado matando a nuestro pueblo durante 40 años, pero nuestras voces no fueron escuchadas. Que el mundo sepa que esto ya no es una protesta: pedimos una revolución. Ahora que todos escuchan nuestras voces, no pararemos”.