Representantes de la comunidad judía de Irán visitaron el domingo la casa del ex comandante de la Fuerza Quds, el mayor general Qassem Soleimani, para expresar sus condolencias por su muerte en un ataque aéreo estadounidense en la madrugada del viernes.
Los líderes judíos, así como los representantes de algunas de las otras minorías religiosas en Irán, expresaron su pesar por la muerte de Soleimani.
Horas después de que Soleimani fuera asesinado, la comunidad judía emitió un comunicado que condenó inequívocamente la acción de los Estados Unidos, aparentemente para crear una distinción entre la religión judía y el sionismo, y posiblemente para evitar ser blanco de represalias.
“Dios vengará la sangre de Soleimani”, declaró el mensaje.
Según el sitio web de noticias religiosas israelí Bahadrei Hadarim se informó que entre los visitantes a la casa de Soleimani se encontraba el rabino jefe de Teherán, Yehuda Gerami.
Rani Amrani, de la emisora israelí RadioRan, que transmite en farsi, explicó que era “muy importante para las minorías (en Irán), especialmente para los judíos”, condenar la muerte de Soleimani.
“Tienen miedo del antisemitismo y de ser blanco de ataques. A menudo, durante las protestas (contra) el día de Jerusalén, los judíos salen y participan por miedo a ser atacados. En sus corazones, aman a Israel. Están en una situación en la que tienen que demostrar que no tienen ningún vínculo con el sionismo”, explicó Amrani.
Zoroastrians,Jews,Christians & Muslims visited #QassemSoleimani's house in Tehran to pay their respects to the martyred commander of the IRG.
A country of multicultural & mutli-religious background that respects its leadership.Unlike a nation we know.
Via https://t.co/tl0xTUgqJe pic.twitter.com/ev3BmCpEzB— Marwa Osman || مروة عثمان (@Marwa__Osman) January 5, 2020
Marwa Osman, una periodista iraní, publicó un tweet en inglés señalando que “zoroastrianos, judíos, cristianos y musulmanes visitaron la casa de #QassemSoleimani en Teherán para presentar sus respetos al comandante mártir de la CGRI”.
Osman dijo que esto era una señal de que Irán era “un país de trasfondo multicultural y multireligioso que respeta su liderazgo”.