Irán debe aumentar su poderío militar para evitar una guerra, dijo el Líder Supremo Ayatolá Ali Khamenei en una reunión de comandantes de la fuerza aérea el sábado, desestimando las sanciones de Estados Unidos sobre el país como un “acto criminal”.
“Debemos ser fuertes para prevenir cualquier guerra contra el país. Ser débiles animará a nuestros enemigos a atacar a Irán”, dijo Khamenei, la máxima autoridad de Irán, según la agencia estatal de noticias IRNA.
La República Islámica ha prometido aumentar su fuerza militar a pesar de la creciente presión de los países occidentales para reducir su capacidad militar, incluyendo su programa de misiles balísticos.
Las tensiones entre Teherán y Washington han aumentado desde 2018, cuando el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, abandonó un pacto de 2015 entre Irán y las potencias mundiales en virtud del cual Teherán aceptaba las restricciones a su programa nuclear a cambio del levantamiento de las sanciones.
“Desde la revolución su objetivo era impedir que tuviéramos un ejército y una fuerza aérea fuertes… pero míranos ahora. Incluso construimos aviones. Hemos transformado su presión en oportunidad”, dijo Khamenei, según la televisión estatal.
Irán está celebrando el 41º aniversario de la revolución islámica, que derrocó al Shah Mohammad Reza Pahlavi, apoyado por los Estados Unidos, en 1979.
Washington ha vuelto a imponer sanciones paralizantes destinadas a detener todas las exportaciones de petróleo iraníes, diciendo que busca obligar a Irán a negociar para llegar a un acuerdo más amplio.
Khamenei, que desestimó las sanciones estadounidenses como un “acto delictivo”, ha prohibido a los funcionarios iraníes celebrar conversaciones a menos que los Estados Unidos vuelvan al acuerdo y levanten todas las sanciones. Dijo que Irán debería distanciar su economía de la dependencia de las exportaciones de petróleo.
Irán y Estados Unidos irrumpieron al borde de una guerra a principios de enero cuando el general más destacado de Teherán, Qassem Soleimani, fue asesinado en un ataque con aviones no tripulados estadounidenses contra su convoy en Bagdad.
Teherán respondió lanzando ataques con misiles contra objetivos estadounidenses en Irak.
La televisión iraní dijo que 80 “terroristas estadounidenses” habían sido asesinados y que los helicópteros y el equipo militar de los Estados Unidos habían sufrido daños, sin proporcionar ninguna prueba, y Washington negó que hubiera habido ninguna víctima mortal.