El Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI) de Irán ha fortalecido su influencia en la industria petrolera, manejando hasta el 50% de las exportaciones de crudo que generan la mayor parte de los ingresos del país y financian a sus aliados en el Medio Oriente, según funcionarios occidentales, fuentes de seguridad y expertos iraníes.
El control de los Guardias abarca desde el uso de flotas paralelas para el transporte clandestino de crudo hasta la logística y la creación de empresas fachada para vender petróleo, principalmente a China, según más de una docena de fuentes consultadas por Reuters. Este nivel de dominio sobre las exportaciones de petróleo no había sido reportado anteriormente.
A pesar de las sanciones impuestas nuevamente en 2018 por el expresidente estadounidense Donald Trump para limitar la capacidad de Irán de obtener ingresos energéticos, el país sigue generando más de 50.000 millones de dólares anuales por la venta de petróleo, su principal fuente de divisas y vínculo con la economía mundial.
Especialistas en seguridad, funcionarios y fuentes comerciales señalan que los Guardias han incrementado significativamente su participación en las exportaciones, pasando del 20% hace tres años al 50% actual. Estas estimaciones provienen de análisis de documentos de inteligencia sobre el transporte marítimo, seguimiento de actividad de petroleros y empresas conectadas al CGRI. Sin embargo, Reuters no pudo verificar la magnitud exacta de este control.
El dominio del CGRI sobre la industria petrolera refuerza su influencia en la economía de Irán y dificulta la efectividad de las sanciones occidentales dirigidas contra el país. Estados Unidos, que clasifica al CGRI como una organización terrorista, enfrenta complicaciones adicionales para restringir los ingresos iraníes debido a este control.
Como parte de su expansión, los Guardias han incursionado en esferas tradicionalmente controladas por instituciones estatales como la Compañía Nacional de Petróleo de Irán (NIOC) y su filial de comercialización NICO, según afirmaron cuatro de las fuentes consultadas.
Ni el CGRI, ni las empresas estatales NIOC y NICO, ni el Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán han respondido a las solicitudes de comentarios sobre este asunto.