El presidente francés Emmanuel Macron se comprometió el miércoles a ser duro con Irán en lo que respecta a su programa nuclear, mientras que el presidente de la República Islámica advirtió que responsabilizaría a Europa si el acuerdo atómico de 2015 se derrumba.
En una reunión con el primer ministro Benjamin Netanyahu en Jerusalén, el líder israelí pidió a Macron que aumente la presión sobre Irán, incluyendo la imposición de sanciones después de los recientes pasos de la República Islámica de retroceso del pacto y su continua agresión convencional.
Según los medios de comunicación en hebreo, Macron respondió diciendo: “Irán no tendrá una bomba nuclear. No seremos flexibles al respecto”.
Mientras tanto, el presidente iraní Hassan Rouhani afirmó que su país nunca buscaría adquirir armas nucleares, advirtiendo a los países europeos que no violaran los términos del acuerdo nuclear, como lo han hecho Estados Unidos, y el propio Irán.
“Nunca hemos buscado armas nucleares… Con o sin el acuerdo nuclear nunca buscaremos armas nucleares,” dijo Rouhani en una declaración en su sitio web, según la agencia de noticias Reuters.
“Las potencias europeas serán responsables de las consecuencias de la violación del pacto”, añadió.
La reunión de Netanyahu con Macron dio inicio a una maratón de reuniones bilaterales en el marco del Foro Mundial del Holocausto de esta semana para conmemorar el 75º aniversario de la liberación de Auschwitz, que está llevando a decenas de líderes mundiales a Jerusalén esta semana.
Los dos líderes celebraron un desayuno de trabajo que Netanyahu dijo “se centró en muchos temas diferentes, Irán, Irak, Siria, Líbano, Turquía, Libia y algunos otros temas”, según una lectura de la reunión proporcionada por la Oficina del Primer Ministro.
El primer ministro también planteó la situación en el Líbano, incluyendo los esfuerzos de Hezbolá para producir misiles guiados de precisión. Los dos hombres también hablaron de la reciente participación de Turquía en Libia.
Las tensiones se han disparado con Irán desde que el presidente estadounidense Donald Trump ordenó el ataque con aviones no tripulados en Irak el 3 de enero, que mató al principal general iraní Qassem Soleimani.
En respuesta al ataque con aviones no tripulados, Irán disparó ráfagas de misiles balísticos contra las bases iraquíes que albergaban a las tropas estadounidenses. No se informó de ninguna baja en ese momento, pero desde entonces se ha revelado que ocho soldados estadounidenses sufrieron lesiones.
El ataque exacerbó las tensiones entre Estados Unidos e Irán, que han ido aumentando constantemente desde que Trump retiró a Washington del acuerdo nuclear de 2015. El acuerdo, negociado bajo la administración estadounidense de Barack Obama, había impuesto restricciones al programa nuclear de Irán a cambio del levantamiento de las sanciones internacionales.
Desde entonces, Estados Unidos ha impuesto sanciones paralizantes a Irán, incluyendo su vital industria de petróleo y gas, empujando al país a una crisis económica que ha provocado varias olas de protestas esporádicas y sin liderazgo.