La ganadora iraní del Premio Nobel de la Paz, Narges Mohammadi, fue llevada al hospital en dos ocasiones tras ser arrestada con violencia la semana pasada y se mostró indispuesta en su primer contacto telefónico desde la detención, según sus partidarios.
Mohammadi sufrió “golpes severos y repetidos con porras en la cabeza y el cuello” durante el arresto y, en la llamada, “su estado físico no era bueno y se encontraba mal”, indicó su fundación en un comunicado.
Activistas de la sociedad civil iraní, entre ellos el cineasta galardonado Jafar Panahi, pidieron la “liberación inmediata e incondicional” de Mohammadi y de otros activistas detenidos el viernes.
Mohammadi, ganadora del Premio Nobel de 2023, fue detenida cuando se dirigía a una ceremonia conmemorativa en la ciudad oriental de Mashhad en honor del abogado Khosrow Alikordi, hallado muerto a principios de este mes.
Hamid Mohammadi, uno de sus hermanos, residente en Noruega, declaró a la AFP en Oslo que Narges Mohammadi llamó a otro hermano dentro de Irán y le contó que la habían golpeado “brutalmente” en la cabeza y el rostro y que, como consecuencia, la llevaron para que la examinara un médico.
“No está hospitalizada y continúa detenida”, afirmó.
