Mohsen Fakhrizadeh, un físico nuclear iraní de alto nivel al que el Primer Ministro israelí Benjamin Netanyahu había revelado como jefe del programa iraní para construir una bomba nuclear, fue asesinado el viernes en un atentado en la ciudad de Absard, a unos 175 km al este de Teherán. Las autoridades iraníes han amenazado con tomar represalias por el asesinato.
El asesinato del profesor de la Universidad Imam Hussein y científico superior de la Organización de Energía Atómica de Irán, Mohsen Fakhrizadeh-Mahabadi, fue el “punto culminante” de un “plan estratégico israelí” de larga duración destinado a sabotear el programa de armas nucleares de Irán, y privó a Teherán “de una fuente de conocimientos irremplazable”, ha informado The Times of Israel, citando los medios de comunicación locales en lengua hebrea.
Según este medio, una fuente de inteligencia occidental anónima que habló con el Canal 12 describió el asesinato de Fakhrizadeh como la “cúspide” de los esfuerzos a largo plazo de Jerusalén para impedir que Irán obtuviera armas nucleares. “Esta es una disminución de los conocimientos que es irremplazable”, dijo el funcionario, según fue citado.
Según se informa, el Canal 13 indicó que el científico había sido “objetivo” de varios primeros ministros israelíes y de varios directores diferentes del Mossad, el organismo de inteligencia israelí responsable de la recopilación de información y las operaciones encubiertas, incluidos los asesinatos y el sabotaje en el extranjero.
El Jerusalén Post comparó el asesinato de Fakhrizadeh con el asesinato por la mafia en 1985 del jefe de la familia del crimen de Gambino en Nueva York, Paul Castellano, sugiriendo que el asesinato demostraba “el poder de los responsables” y que “cualquier iraní vinculado al programa nuclear puede ser encontrado y asesinado”.

El Primer Ministro Netanyahu señaló a Fakhrizadeh en una presentación de inteligencia en 2018, instando a la comunidad internacional a “recordar ese nombre” y alegando que el científico era el jefe de un programa iraní destinado a construir una bomba nuclear en secreto.
Israel todavía no ha presentado ninguna prueba sustantiva de un programa iraní de armas nucleares encubierto, y el Organismo Internacional de Energía Atómica no ha encontrado pruebas de ningún esfuerzo por construir una bomba después de 2003. Los dirigentes iraníes han negado sistemáticamente toda intención de construir armas nucleares, o armas de destrucción en masa de cualquier tipo, y Teherán desmanteló anteriormente sus existencias de armas químicas en el decenio de 1990 antes de adherirse a la Convención sobre las armas químicas. Los funcionarios también han atacado periódicamente a Israel y a los Estados Unidos por “dar lecciones” al Irán sobre la no proliferación nuclear mientras ellos mismos poseían grandes arsenales nucleares.
Irán amenaza con vengarse
El asesinato de Fakhrizadeh provocó una importante escalada de las tensiones en el Oriente Medio, ya que Teherán juró venganza y altos funcionarios, entre ellos el Presidente Hassan Rouhani y el Ministro de Relaciones Exteriores Mohammad Javad Zarif, acusaron a Israel.
El sábado, Irán envió una carta a las Naciones Unidas en la que alegaba que había “serios indicios de la responsabilidad israelí” en la matanza, e instaba al Consejo de Seguridad y al secretario general del organismo a condenar inequívocamente la matanza. La ONU respondió instando a la “moderación” y evitando “cualquier acción que pudiera conducir a una escalada de las tensiones”.

La República Islámica aún no ha presentado sus pruebas de la participación israelí en el asesinato del científico y los funcionarios israelíes no han hecho ningún comentario oficial.
Mientras tanto, los medios de comunicación israelíes han informado de que sus embajadas en todo el mundo se han puesto “en alerta máxima” tras el asesinato. El Times of Israel cree que hay varias otras opciones para la “represalia” iraní, incluyendo un importante ataque con misiles, un aumento del programa nuclear iraní, y ataques a Tel Aviv a través de “apoderados iraníes” en Gaza, Siria y Líbano.
Guerra de las Sombras
El asesinato de Fakhrizadeh no es el primer asesinato de un científico nuclear iraní por el que Teherán ha culpado a Israel o a las agencias de inteligencia occidentales. Según una investigación del Sputnik de Rusia, al menos siete científicos nucleares iraníes fueron blanco de ataques, algunos atribuidos al Mossad, y otros a la CIA o al MI6.
La furia espontánea estalló en Teherán y otras grandes ciudades iraníes por la muerte de Fakhrizadeh, con manifestantes que quemaron banderas estadounidenses e israelíes, así como retratos del Presidente Donald Trump y de Joe Biden, y exigieron el cese de todo tipo de conversaciones con las potencias occidentales.
Fakhrizadeh fue asesinado en Absard, provincia de Teherán, el viernes, con un camión bomba detonado cerca de su vehículo, con múltiples asaltantes acribillando su coche con balas y matando a varios de sus guardaespaldas, según los medios de comunicación iraníes. Fue declarado muerto en un hospital local después de haber sido trasladado allí por helicóptero en estado crítico.