La eliminación del mayor general iraní, Qasem Soleimani, por parte de los Estados Unidos a principios de este año ha tenido un “efecto significativo” en la disuasión de la amenaza iraní, aunque la República Islámica sigue siendo la mayor amenaza en el Medio Oriente, según el general Kenneth McKenzie, jefe del Comando Central de los Estados Unidos.
En cuanto a Soleimani, quien murió en un ataque aéreo de los Estados Unidos el 3 de enero en el Aeropuerto Internacional de Bagdad, “creo que ha tenido un efecto significativo en el establecimiento y restablecimiento de una forma de disuasión muy clara”, mencionó McKenzie al Instituto de Medio Oriente durante un evento virtual el miércoles.
Desde la muerte de Soleimani, Irán ha estado “teniendo que recalcular lo que haremos y lo que no haremos”, pues el régimen ha “visto que tenemos la capacidad y la voluntad de responder”, añadió McKenzie.
No obstante, mencionó, Irán “alimenta activamente la inestabilidad”, incluso en Siria y Yemen, mediante el armado de fuerzas sustitutivas en esos lugares como, respectivamente, Hezbolá y los hutíes.
Además, McKenzie expresó su apoyo a la continua financiación de los Estados Unidos para las Fuerzas Armadas Libanesas, aunque admitió que es una elección imperfecta.
Los republicanos del Congreso y el Estado de Israel se encuentran entre los que han expresado su preocupación por el hecho de que los fondos de los contribuyentes estadounidenses para las Fuerzas Armadas Libanesas se hayan destinado al grupo terrorista designado por los Estados Unidos y al apoderado iraní Hezbolá, quien se ha documentado que trabaja con las Fuerzas Armadas Libanesas. Los Departamentos de Estado y de Defensa de los Estados Unidos han estado a favor de continuar la ayuda, mientras que muchos en la Casa Blanca abogan por detenerla.
Además, McKenzie afirmó que los talibanes no han cumplido las condiciones del acuerdo alcanzado a principios de este año entre los Estados Unidos, para permitir una retirada completa del país a principios del 2021.
“Los talibanes tienen que cumplir su parte del trato”, señaló McKenzie. “Las condiciones en el terreno dictarán si bajamos de eso (8.600 tropas). Si las condiciones en el terreno no son permisivas, mi consejo sería no continuar esa reducción”.
Ha habido numerosos casos de violencia por parte de los talibanes en Afganistán desde el acuerdo de febrero.
Otros temas que McKenzie discutió fueron Rusia y China ejerciendo su poder en el Medio Oriente, también, el impacto del coronavirus en la región y cómo el ISIS sigue siendo un problema.