Imágenes satelitales recientes revelan graves daños en la ladera de la montaña que alberga el complejo nuclear subterráneo de Fordo, en Irán, tras los bombardeos ejecutados por Estados Unidos contra la instalación.
Los registros captados por Maxar exhiben un mínimo de seis cráteres en la montaña, puntos de impacto de las potentes bombas GBU-57 Massive Ordnance Penetrator, de 30.000 libras, desplegadas desde bombarderos furtivos B-2.
Expertos aseguran que esta bomba, conocida como “destructora de búnkeres”, tiene la capacidad de perforar hasta 200 pies (61 metros) bajo la superficie antes de detonar.
Autoridades iraníes no han emitido hasta el momento un informe oficial sobre el alcance de los daños en el sitio nuclear.