El lunes, por primera vez desde la firma del acuerdo nuclear con Irán de 2015, el organismo de la ONU que supervisa el programa nuclear iraní no ha informado explícitamente que la República Islámica esté cumpliendo con sus obligaciones nucleares y ha declarado que su tasa de enriquecimiento de uranio está aumentando.
En cada uno de los informes anteriores presentados tras la firma del acuerdo, el Director General del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Yukiya Amano, escribió que “Irán cumple con sus obligaciones nucleares”, cuyo texto no figuraba en el informe del lunes.
En una entrevista con periodistas tras la apertura de la reunión trimestral de la Junta de Gobernadores de la agencia, Amano dijo que el acuerdo estaba “bajo presión” y confirmó que “la producción de Irán (uranio) estaba creciendo”, aunque no pudo dar cifras exactas.
El 8 de mayo, Irán anunció que ya no se consideraba obligado a cumplir con las restricciones sobre el agua pesada y el uranio enriquecido que había acordado en el marco del Plan de Acción Global Conjunto (JCPOA) para 2015, que levantó las sanciones económicas perjudiciales que se le habían impuesto. La decisión de Teherán se tomó un año después de que el presidente estadounidense Donald Trump se retirara del acuerdo. Washington también aumentó las sanciones económicas contra la República Islámica de Irán.
“Es inaceptable para mí hacer la misma declaración de siempre”, dijo Amano, enfatizando, sin embargo, que el OIEA no es responsable de determinar si Irán está violando la JCPOA, sino solo de su cumplimiento de la misma.
El último informe del OIEA afirma que “las discusiones técnicas…. están en curso” con Irán en relación con la instalación de hasta 33 centrifugadoras IR-6 avanzadas. Sin embargo, no especifica el contenido de estas discusiones.
Amano dijo que estaba “preocupado por el aumento de la tensión” sobre el programa nuclear de Irán.
“Yo… Espero que podamos encontrar maneras de reducir las tensiones actuales a través del diálogo”, dijo.
Irán también dijo que, si las otras partes del JCPOA no aceleran el trabajo para mitigar los efectos de las sanciones de Estados Unidos, podría dejar de implementar restricciones sobre el enriquecimiento de uranio y hacer modificaciones a su reactor de agua pesada en Arak a principios de julio.
Hace dos semanas, en el último informe de inspección del OIEA se afirmaba que, a pesar del aumento de las reservas de uranio y de agua pesada, éstas se encontraban todavía dentro de los límites establecidos por la CPEOA.
El ministro iraní de Asuntos Exteriores, Mohammad Javad Zarif, advirtió el lunes en Teherán que quienes libran una “guerra económica” contra su país mediante sanciones estadounidenses no pueden contar con “mantener la seguridad”.
Después de hablar con el Ministro de Asuntos Exteriores alemán, Heiko Maas, sobre el futuro de la JCPOA, Zarif habló.
Maas reconoció que los beneficios económicos que Teherán espera obtener del acuerdo son ahora “más difíciles de obtener”, pero le instó a respetar plenamente el acuerdo.
El JCPOA fue firmado en 2015 por Irán y seis potencias principales: Gran Bretaña, China, Francia, Alemania, Rusia y los Estados Unidos.
Las tensiones entre Washington y Teherán han empeorado en las últimas semanas, y han visto a los Estados Unidos reforzar su presencia militar en el Medio Oriente en respuesta a las supuestas amenazas de la República Islámica.