Un grupo de empresas y voluntarios de Irán llamado Campaña Nafas entregó el martes setenta y siete mil respiradores N-95 y miles de piezas de equipo protector a los trabajadores de la salud iraníes.
La mala gestión económica y las luchas internas entre las agencias gubernamentales han frenado la lucha de Irán contra el nuevo coronavirus, que ha matado a más de 3.800 iraníes hasta el martes. La Campaña Nafas (la Campaña del Aliento) se está precipitando en la brecha.
La campaña, creada por doscientas de las empresas más importantes de Irán, ha logrado importar más de medio millón de máscaras de respiración N-95 de China a pesar de los trámites burocráticos de las autoridades aduaneras iraníes.
La Campaña Nafas está produciendo su propio equipo de protección en dos sitios en Teherán y Yazd, una ciudad de medio millón de habitantes en el centro de Irán. También ha abierto un centro de pruebas en Teherán con capacidad para ver trescientos pacientes por día.
El portavoz del Ministerio de Salud, Kianush Jahanpur, dijo a los periodistas el martes que Irán ha realizado 211.136 pruebas de coronavirus en total.
Jahanpur afirmó que “el proceso de recuperación se ha acelerado”, citando a 27.039 pacientes de la nueva enfermedad coronavirus (COVID-19) que han sido dados de alta de los hospitales hasta ahora. Dijo que casi cuatro mil pacientes de COVID-19 siguen hospitalizados.
“Esperamos que el esfuerzo y la seriedad que la gente ha ejercido para controlar la enfermedad en las últimas semanas continúe en los próximos días”, concluyó.
Jahanpur advirtió el lunes que Irán podría ver cómo la propagación del coronavirus se acelera de nuevo, ya que el Ministerio de Salud se enfrentó a otros ministerios por el levantamiento de las medidas de cuarentena en todo el país.
El presidente Hassan Rouhani se puso del lado de su ministro de industria, ordenando que los negocios se reabrieran en Teherán esta semana y en las provincias la próxima semana. Negó que hubiera ningún conflicto dentro de su administración sobre la decisión.
“La hábil campaña de influencia extranjera de Irán para obtener el alivio de las sanciones no tiene como objetivo el alivio o la salud del pueblo iraní, sino recaudar fondos para sus operaciones terroristas”, dijo el Departamento de Estado de EE.UU. en una declaración del lunes por la noche. “Las sanciones no impiden que la ayuda llegue a Irán. Estados Unidos mantiene amplias autorizaciones que permiten la venta de alimentos, productos agrícolas, medicinas y dispositivos médicos por parte de personas estadounidenses o de Estados Unidos a Irán”.