TEHERÁN, Irán – Los periodistas iraníes denunciaron el domingo la detención de varios colegas, mientras las protestas desencadenadas por la muerte de Mahsa Amini, de 22 años, entraban en su séptima semana.
Amini murió bajo custodia el 16 de septiembre, tras su detención en Teherán por una supuesta infracción de las estrictas normas de vestimenta de las mujeres en Irán.
Decenas de personas, principalmente manifestantes pero también miembros de las fuerzas de seguridad, han muerto durante las manifestaciones, calificadas de “disturbios” por las autoridades, y cientos más han sido detenidas.
Según el diario reformista Sazandegi, el domingo “más de veinte periodistas siguen detenidos”, tanto en la capital, Teherán, como en otras ciudades.
Otros han sido citados por las autoridades para ser interrogados, añadió el periódico.
Más de 300 periodistas y reporteros gráficos iraníes firmaron una declaración para criticar a las autoridades por “detener a colegas y despojarles de sus derechos civiles tras sus detenciones”, según los medios de comunicación locales.
“No tuvieron acceso a sus abogados, fueron interrogados y acusados antes de celebrar una audiencia pública”, añade la declaración, que pide la liberación de los periodistas.
En una declaración publicada en el diario Etemad, la asociación de periodistas de Teherán calificó el “enfoque de seguridad” de “ilegal” y “en conflicto con la libertad de prensa”.
El sindicato se refería a un informe de los servicios de seguridad, hecho público el viernes, sobre los orígenes del movimiento de protesta, en el que se apuntaba a “intervenciones del régimen norteamericano en los recientes disturbios”.
El informe de seguridad acusaba a los occidentales de haber organizado “cursos de formación” para los iraníes con el objetivo de cambiar el poder en Teherán.
El informe acusaba, en particular, a dos periodistas -que se identifican por las iniciales de sus nombres- de haber recibido esta formación y de haber desempeñado después “el papel de fuentes primarias para los medios de comunicación extranjeros”.
Según los medios de comunicación locales, el informe se refería al periodista Elaheh Mohammadi, del periódico Sazandegi, y a la fotógrafa Niloufar Hamedi, del diario Shargh, que ayudaron a difundir el caso de Amini, y que están detenidos desde hace semanas.
“Nuestro periodista y nuestro periódico… actuaron en el marco de la misión periodística”, ha declarado Mehdi Rahmanian, director del reformista Shargh. Hamedi tampoco fue el primero en anunciar la muerte de Amini, añadió.
Sazandegi criticó el “decepcionante” informe de los servicios de inteligencia, y añadió que “enfrentarse a los periodistas llevaría a la destrucción de los medios de comunicación”.