El nuevo presidente de Irán, Masoud Pezeshkian, enfrenta resistencia de los sectores más radicales mientras intenta suavizar la respuesta de Teherán al asesinato de Ismail Haniyeh, líder de Hamás, según informa el periódico británico Telegraph.
El Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (CGRI) está abogando por realizar un ataque con misiles contra Tel Aviv y otras ciudades, enfocándose en instalaciones militares israelíes. Sin embargo, Pezeshkian, preocupado por desencadenar una guerra total con Israel, propone una estrategia diferente.
El presidente iraní está presionando para que en lugar de atacar directamente a Israel, se dirijan contra bases de espionaje del Mossad en la región, cuyos detalles aún no se han revelado.
“Ha sugerido atacar objetivos relacionados con Israel en la República de Azerbaiyán o en el Kurdistán iraquí, y notificar previamente a esos países para evitar una escalada mayor”, declaró un asistente cercano al medio británico.
Pese a sus esfuerzos, un miembro del CGRI ha señalado que la mayoría dentro de la organización, que mantiene lealtad al Líder Supremo Ali Jamenei, no está prestando atención a las propuestas de Pezeshkian.
“La preocupación principal sigue siendo lanzar un ataque simultáneo contra Tel Aviv, con el apoyo de Hezbolá y otros grupos”, indicó el funcionario. Además, destacó que dentro de las fuerzas revolucionarias existe un fuerte debate sobre cómo contrarrestar las iniciativas del presidente, ya que muchos consideran que su enfoque podría dañar la reputación de la revolución iraní.