Los Estados Unidos parecen encontrar poco apoyo en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (UNSC) cuando se trata de extender el embargo de armas a Irán, que se deriva del acuerdo nuclear del Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA). El embargo expirará el 18 de octubre.
Entonces, ¿qué políticas podrían seguir los Estados Unidos para asegurar una prórroga? El PCJPOA se diseñó de manera que cualquiera de las partes del acuerdo (los Estados Unidos, China, Rusia, Alemania, el Reino Unido, Francia o la Unión Europea) pueda iniciar una reacción de sanciones contra Irán o prorrogar el embargo de armas en cualquier momento. La resolución 2231 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aclara que cualquier “Estado participante” en el acuerdo nuclear tiene la potestad de invocar una retirada o ampliar el embargo si se descubre que Irán ha incurrido en un “incumplimiento significativo” del acuerdo.
Por lo tanto, la primera opción es que los Estados Unidos argumenten que siguen formando parte del acuerdo nuclear desde el punto de vista legal. Aunque la administración Trump insistió en que se había retirado del acuerdo en el 2018, la resolución 2231 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aún no ha sido enmendada para reflejar este cambio y todavía incluye a los Estados Unidos como parte del PCJPOA. El Departamento de Estado emitió una opinión legal declarando: “Como los Estados Unidos son un participante original del PCJPA identificado en (la resolución de la ONU), hay un argumento legal disponible que podemos afirmar que los Estados Unidos pueden iniciar el proceso en virtud de la resolución 2231 del CSNU presentando una notificación al Consejo de Seguridad de una cuestión que los Estados Unidos creen que constituye un incumplimiento significativo”.
No obstante, este enfoque se enfrentará muy probablemente a un camino rocoso y a una resistencia significativa de otros miembros. El jefe de la política exterior de la UE, Josep Borrell, insistió recientemente: “Los Estados Unidos se han retirado del PCJPOA, y ahora no pueden afirmar que siguen siendo parte del PCJPOA para tratar esta cuestión del acuerdo del PCJPOA. Se retiran. Está claro. Se retiran”.
Otro enfoque más realista sería que los Estados Unidos prosiguiera la diplomacia con los otros signatarios del acuerdo nuclear. Sin embargo, Rusia y China están fuertemente a favor de permitir que el embargo de armas de Irán expire. Zhang Jun, el embajador de la ONU de China confirmó en una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU la semana pasada que “China se opone a la presión de los Estados Unidos para extender el embargo de armas a Irán”.
Esto significa que los Estados Unidos debe persuadir al menos a uno de sus antiguos socios transatlánticos: Alemania, el Reino Unido y Francia, para extender el embargo de armas a Irán debido a sus violaciones del JCPOA.
El régimen iraní está, de hecho, en un “incumplimiento significativo” del acuerdo nuclear. Un informe del organismo de control nuclear de la ONU, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), el mes pasado, destacó cómo Irán está violando todas las restricciones del PCJPOA. Hasta el 20 de mayo, había incrementado sus existencias totales de uranio poco enriquecido de 1,1 toneladas a 1,73 toneladas, lo que es casi ocho veces más de lo permitido por el mal concebido PCJP. De acuerdo con los términos del acuerdo, a Irán se le permitió mantener una reserva de hasta 447 libras y enriquecer uranio de hasta 3,67% de pureza. Ahora ha alcanzado hasta el 4,5%y también posee mucha más agua pesada que la permitida en el acuerdo nuclear.
Los Estados Unidos deben dejar claro a las potencias europeas que Irán también está violando el acuerdo nuclear al no cooperar con la OIEA. El Director General de la OIEA, Rafael Mariano Grossi, expresó en marzo su seria preocupación por los posibles sitios nucleares clandestinos en Irán. “El organismo identificó una serie de cuestiones relacionadas con el posible material nuclear no declarado y las actividades relacionadas con la energía nuclear en tres lugares de Irán”, manifestó. El informe aclaró que el organismo “trató de acceder a dos de los emplazamientos. Irán no ha proporcionado acceso a estos lugares y no ha participado en debates sustantivos para aclarar las preguntas del organismo”.
Washington debería demostrar las importantes implicaciones negativas que el levantamiento del embargo de armas de Irán tendría para la seguridad y estabilidad regional. Los Estados Unidos podrían buscar la ayuda de las potencias regionales para presionar diplomáticamente y convencer a los funcionarios europeos. El representante permanente de Arabia Saudita ante las Naciones Unidas, Abdallah Al-Mouallimi, ha dejado claro que la ampliación del embargo de armas de Irán sería “lo correcto y cauteloso que hay que hacer, y la respuesta mínima que se puede esperar de la comunidad mundial a las acciones y actividades de Irán”.
El régimen iraní ha estado entregando armas a las milicias y grupos terroristas de toda la región. Al-Mouallimi señaló acertadamente “las graves violaciones que el Irán ha estado cometiendo al apoyar a las milicias hutíes en Yemen al lanzar numerosos ataques contra objetivos civiles en el Reino de Arabia Saudita, en contravención de las disposiciones de las resoluciones 2231 y 2216 del Consejo de Seguridad”.
En resumen, para extender el embargo de armas de Irán, la opción política más efectiva que los Estados Unidos pueden adoptar es la de proseguir la diplomacia con las potencias europeas.