Las potencias occidentales, incluyendo a Gran Bretaña, Estados Unidos, Francia y Alemania, han presentado un comunicado conjunto a la agencia nuclear de la ONU, señalando que Irán debe abordar de manera urgente las cuestiones pendientes relacionadas con su programa nuclear. En el comunicado, emitido durante una reunión de la Junta de Gobernadores del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) en Viena, estas naciones enfatizaron la importancia de que Irán cumpla con sus obligaciones legales en materia de salvaguardias nucleares.
Las preocupaciones principales incluyen la reinstalación de cámaras de vigilancia del OIEA en los emplazamientos nucleares conocidos de Irán, así como la explicación de la presencia de partículas de uranio enriquecido en niveles cercanos al armamentístico en su territorio. El comunicado advierte que, si Irán no toma medidas esenciales y urgentes para abordar estas cuestiones, la Junta de Gobernadores del OIEA podría considerar tomar medidas adicionales, incluso la posibilidad de emitir una resolución.
El cuarteto de países subrayó que han pasado más de cuatro años desde que se descubrió material nuclear no declarado en instalaciones no declaradas en Irán, y en noviembre de 2022, el OIEA declaró que era esencial y urgente que Irán aclare estas cuestiones. Además, instaron a Irán a proporcionar información técnica creíble sobre el material nuclear y los equipos contaminados encontrados en los sitios de Turquzabad y Varamin sin demora adicional.
El director del OIEA, Rafael Grossi, expresó previamente su preocupación por la disminución del interés de los Estados miembros del organismo en relación con el programa nuclear iraní, aunque no mencionó países específicos en su declaración.
Esta solicitud de transparencia nuclear llega en un momento en el que las tensiones entre Irán y Estados Unidos han disminuido, marcadas por un canje de prisioneros anunciado el mes pasado. Sin embargo, el OIEA informó la semana pasada que Irán no había progresado en las cuestiones nucleares pendientes, lo que subraya la complejidad de la situación.
El acuerdo nuclear de 2015, que implicaba la suspensión del programa nuclear de Irán a cambio de un alivio de sanciones económicas, se vio socavado en 2018, cuando Estados Unidos se retiró del pacto debido a las preocupaciones sobre el incumplimiento de Irán y su desarrollo de misiles. Los esfuerzos para revivir el acuerdo no han tenido éxito hasta la fecha, a pesar de los esfuerzos diplomáticos. Irán ha mantenido su postura de que su programa nuclear es exclusivamente pacífico y que no busca desarrollar armas nucleares.