Rusia ha decidido apoyar a Irán en la “guerra de los petroleros” en el Golfo Pérsico, que ha obligado al Reino Unido y a Estados Unidos a transferir fuerzas navales a la región clave de extracción y tránsito de petróleo para escoltar a los petroleros.
El Estado Mayor de las fuerzas armadas iraníes y el Ministerio de Defensa ruso han firmado un memorando de entendimiento con el objetivo de ampliar su cooperación militar, dijo el Comandante Naval iraní Hossein Khanzadi tras una visita de tres días a Rusia.
“Este es el primer documento de esta naturaleza, que se convertirá en un punto de inflexión en las relaciones militares de los dos países”, dijo Khanzadi a la agencia de noticias Mehr.
En la actualidad, Irán y Rusia se preparan para realizar ejercicios conjuntos en la parte norte del Océano Índico, incluyendo el Estrecho de Ormuz, una arteria clave para las compañías petroleras de Oriente Medio a través de la cual pasa una quinta parte del suministro mundial de petróleo, desde Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos, Kuwait e Irak, así como prácticamente todo el GNL de Qatar.
Irán ha amenazado repetidamente con obstruir el estrecho si las sanciones impiden que el Irán comercie con petróleo en igualdad de condiciones con otros productores regionales. A mediados de junio se produjeron explosiones en dos petroleros, incidentes de los que Estados Unidos considera responsable a Irán. En julio, el Irán se incautó de un petrolero británico en respuesta a la incautación de su propio buque en Gibraltar.
Según Khanzadi, la cooperación militar de Moscú y Teherán no se limita al Golfo Pérsico. Los países están discutiendo actualmente una mayor cooperación y posibles ejercicios conjuntos en el Mar Caspio.
Los buques de la Marina de Rusia llegarán a Irán antes de fin de año, dijo Khanzadi en abril.
Además, Teherán también espera ayuda financiera de Moscú. El proyecto de presupuesto de Irán para el año fiscal que comienza el 21 de marzo (el año 1398 según el calendario persa) incluye un préstamo de 5.000 millones de dólares de Rusia. Se espera que los fondos se utilicen en proyectos de infraestructura, incluyendo energía nuclear, transporte ferroviario, y la construcción de presas, redes de irrigación y tuberías de agua.