El presidente de Irán, Ebrahim Raisi, reconocido como un hombre de línea dura y considerado como un posible sucesor del líder supremo, el ayatolá Ali Jamenei, murió en un accidente de helicóptero en una región montañosa del noroeste del país, cerca de la frontera con Azerbaiyán. Así lo confirmaron el lunes funcionarios y medios estatales.
El helicóptero, que transportaba a Raisi y al ministro de Asuntos Exteriores, Hossein Amir-Abdollahian, junto con otras siete personas, se estrelló el domingo. Los restos carbonizados de la aeronave fueron encontrados a primera hora del lunes tras una búsqueda de 15 horas en condiciones de niebla.
“Después del descubrimiento del lugar del accidente, no se han detectado signos de vida entre los pasajeros del helicóptero”, declaró Pirhossein Kolivand, jefe de la Media Luna Roja de Irán, a la televisión estatal iraní.
La Media Luna Roja informó posteriormente que los cuerpos de Raisi y los demás ocupantes del helicóptero habían sido recuperados, y que las operaciones de búsqueda habían concluido.
“Estamos en el proceso de trasladar los cuerpos de los mártires a Tabriz”, en el noroeste de Irán, mencionó Kolivand a la televisión estatal.
La muerte de todos los ocupantes fue confirmada mediante una declaración en las redes sociales del vicepresidente Mohsen Mansouri, quien publicó un verso coránico para expresar sus condolencias.
Gobierno iraní asegura continuidad tras muerte de Raisi
En una declaración oficial, el gobierno iraní aseguró el lunes que continuará operando “sin la más mínima perturbación” tras la muerte del presidente Ebrahim Raisi en un accidente de helicóptero. “Aseguramos a la nación leal que el camino del servicio continuará con el espíritu incansable de Raisi”, señala el comunicado.
La televisión estatal informó que el helicóptero se estrelló contra el pico de una montaña, y la agencia de noticias Fars compartió imágenes tomadas con drones de los restos del aparato, aunque no se ha informado oficialmente sobre la causa del accidente. Según la agencia estatal de noticias IRNA, Raisi volaba en un helicóptero Bell 212 de fabricación estadounidense.
El lunes por la mañana, llegaron mensajes de condolencia de aliados y representantes de Irán. El grupo terrorista palestino Hamás transmitió “el más sentido pésame y solidaridad” al líder supremo, el ayatolá Ali Jamenei, al gobierno iraní y al pueblo iraní por “esta inmensa pérdida”. Hamás elogió a los líderes iraníes muertos por su apoyo a la causa palestina y su “resistencia contra Israel”, y expresó su confianza en que las “instituciones profundamente arraigadas” de Irán permitirán superar “las repercusiones de esta gran pérdida”.
En una declaración en X, anteriormente Twitter, Mohammed Ali Al-Hutí, jefe del Comité Revolucionario Supremo Hutí respaldado por Irán, envió sus condolencias “al pueblo iraní, a los líderes iraníes y a las familias del presidente Raisi y la delegación que lo acompañaba sobre su reportado martirio”.
El legado de Ebrahim Raisi
Ebrahim Raisi, de 63 años, fue elegido presidente de Irán en 2021. Desde que asumió el cargo, endureció las leyes morales, supervisó una violenta represión de las protestas antigubernamentales e impulsó vigorosamente las conversaciones nucleares con las potencias mundiales.
Antes de ser presidente, Raisi ocupó varios cargos en el poder judicial bajo la supervisión del líder supremo, el ayatolá Ali Jamenei. Como fiscal, al final de la guerra Irán-Irak en 1988, formó parte del comité que condenó a muerte a miles de prisioneros políticos. Estas ejecuciones le valieron el apodo de “Carnicero de Teherán” y posteriormente fue sancionado por Estados Unidos y condenado por las Naciones Unidas y organizaciones internacionales de derechos humanos.
Desde 2006 hasta su muerte, Raisi formó parte de la Asamblea de Expertos, el organismo encargado de nombrar y supervisar al líder supremo. Jamenei, quien tiene la última palabra sobre la política exterior y el programa nuclear de Irán, había tratado de tranquilizar a los iraníes afirmando que no habría perturbaciones en los asuntos estatales tras la muerte de Raisi.
Reacciones internacionales tras la muerte de Raisi
El convoy de helicópteros del presidente iraní Ebrahim Raisi incluía tres aeronaves. Según la agencia de noticias Tasnim, los otros dos helicópteros “llegaron sanos y salvos a su destino”.
Las expresiones de preocupación y ofertas de ayuda han llegado desde el extranjero, incluyendo Irak, Kuwait, Qatar, Arabia Saudita, Siria, Rusia, China y Turquía. La Unión Europea activó su servicio de mapeo de respuesta rápida para apoyar en los esfuerzos de búsqueda.
El presidente estadounidense, Joe Biden, también fue informado sobre el accidente, según declaró un funcionario estadounidense bajo condición de anonimato.
Muerte de Raisi ocurre en medio de creciente disidencia
La crisis del accidente de helicóptero que causó la muerte del presidente iraní Ebrahim Raisi se produjo en un momento de creciente disidencia dentro de Irán debido a diversas crisis políticas, sociales y económicas. Los gobernantes clericales del país han enfrentado una fuerte presión internacional por el programa nuclear de Teherán y sus vínculos militares cada vez más profundos con Rusia durante la guerra en Ucrania.
En el sistema político dual de Irán, dividido entre el establishment clerical y el gobierno, es el líder supremo, el ayatolá Ali Jamenei, mentor de Raisi, quien tiene el poder de decisión sobre todas las políticas importantes. Jamenei, de 85 años, ha sido líder supremo desde 1989.
Durante años, muchos han visto a Raisi como un fuerte contendiente para suceder a Jamenei, quien ha respaldado las principales políticas de Raisi. La victoria de Raisi en unas elecciones estrechamente gestionadas en 2021 puso todas las ramas del poder bajo el control de la línea dura, después de ocho años de presidencia del pragmático Hassan Rouhani, quien negoció un acuerdo nuclear con potencias como Washington.
Sin embargo, la posición de Raisi podría haberse visto afectada por las protestas generalizadas contra el gobierno clerical y la incapacidad de revertir la economía de Irán, paralizada por las sanciones occidentales.
Raisi estuvo el domingo en la frontera con Azerbaiyán para inaugurar la presa Qiz-Qalasi, un proyecto conjunto. El presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, quien dijo que se había despedido amistosamente de Raisi ese mismo día, ofreció ayuda en las labores de rescate.