Teherán ofrece un acuerdo nuclear con EE. UU. para restringir su programa a cambio de levantar sanciones, según un alto funcionario iraní.
Irán detalla plan nuclear en negociaciones con Estados Unidos
Ali Shamkhani, asesor clave del líder supremo de Irán, Ayatolá Ali Jamenei, anunció en una entrevista con NBC News el 14 de mayo de 2025 que Irán está dispuesto a aceptar un acuerdo nuclear con Estados Unidos. En la propuesta, Teherán se compromete a no desarrollar armas nucleares, eliminar sus reservas de uranio altamente enriquecido, limitar el enriquecimiento a niveles para uso civil y permitir inspecciones del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). A cambio, Irán exige la eliminación total de las sanciones económicas impuestas por Washington. Esta declaración, una de las más explícitas de un alto funcionario iraní, surge tras el colapso del Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA) en 2018 y en medio de nuevas rondas de negociaciones en 2025.
Las discusiones más recientes ocurrieron en Muscat, Omán, el 11 de mayo de 2025, con la participación del ministro de Relaciones Exteriores iraní, Abbas Araghchi, y el enviado especial estadounidense, Steve Witkoff. Mediadas por Omán, estas conversaciones fueron descritas como “constructivas” por ambas partes, aunque persisten desacuerdos sobre el enriquecimiento de uranio. Irán defiende su derecho a un programa nuclear civil bajo el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP), mientras que Estados Unidos ha mostrado posturas contradictorias sobre aceptar un enriquecimiento limitado.
Shamkhani destacó que un acuerdo es factible “inmediatamente” si Washington levanta las sanciones y reduce la influencia de Israel en las negociaciones, refiriéndose al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu como “el efecto Bibi”. Esta mención subraya la percepción iraní de que la postura de Israel, que aboga por destruir las instalaciones nucleares de Irán, complica el diálogo. Sin embargo, el presidente estadounidense, Donald Trump, ha combinado ofertas diplomáticas con amenazas de sanciones más severas, manteniendo la presión sobre Teherán.
Desde la salida de Estados Unidos del JCPOA en 2018, las sanciones han impactado gravemente la economía iraní, reduciendo las exportaciones de petróleo a mínimos históricos y devaluando el rial. En abril de 2025, Washington impuso nuevas restricciones a entidades vinculadas al comercio de crudo iraní, especialmente con China, principal comprador del petróleo de Irán. A pesar de esto, Teherán ha mantenido su programa nuclear, acumulando reservas significativas de uranio enriquecido.
Claves del programa nuclear iraní en 2025
- Reservas de uranio: Irán posee más de 8,000 kg de uranio enriquecido, con una porción a 60% de pureza, cerca del 90% requerido para armas nucleares.
- Centrifugadoras modernas: Instalaciones como Fordow y Natanz operan con centrifugadoras avanzadas, incrementando la capacidad de enriquecimiento.
- Supervisión del OIEA: Desde 2019, Irán ha limitado el acceso de inspectores del OIEA, generando preocupaciones sobre transparencia.
- Exportaciones de crudo: En abril de 2025, Irán exportó 1.7 millones de barriles diarios, principalmente a China, pese a sanciones.
- Postura iraní: Teherán insiste en que su programa nuclear es pacífico y está amparado por el TNP.
Desafíos en las negociaciones nucleares de Irán
Las negociaciones enfrentan múltiples obstáculos. Una ronda de conversaciones prevista en Roma a principios de mayo de 2025 fue cancelada, oficialmente por “razones logísticas”, aunque fuentes iraníes apuntaron a las nuevas sanciones estadounidenses como causa. Un funcionario iraní anónimo, citado por CNN, acusó a Washington de usar las negociaciones como una “estrategia de presión” en lugar de buscar un acuerdo genuino. Esta percepción se reforzó con las declaraciones del secretario de Estado, Marco Rubio, quien afirmó que el nivel de enriquecimiento de Irán es incompatible con un programa pacífico, ignorando que países como Japón y Brasil enriquecen uranio para fines civiles.
En el Congreso estadounidense, más de 200 legisladores republicanos enviaron una carta a Trump el 14 de mayo de 2025, exigiendo que no se permita a Irán enriquecer uranio bajo ningún circunstancia. La carta argumentó que el programa nuclear iraní es demasiado avanzado para garantizar su uso pacífico. Esta postura contrasta con señales previas de Witkoff, quien sugirió que un enriquecimiento limitado podría ser negociable, aunque luego exigió el cierre de las instalaciones en Natanz, Fordow e Isfahan.
Irán, por su parte, ha mantenido una posición firme pero con matices. Abbas Araghchi afirmó que el enriquecimiento es un “derecho inalienable” de Irán, pero también expresó apertura a limitar temporalmente los niveles y volúmenes de uranio enriquecido para facilitar un acuerdo. El vicecanciller Majid Takht-Ravanchi confirmó el 13 de mayo de 2025 que las discusiones aún no han abordado detalles técnicos, pero que Irán está dispuesto a medidas de confianza a corto plazo.
El director del OIEA, Rafael Grossi, señaló que las reservas de uranio de Irán podrían ser diluidas o exportadas si se alcanza un acuerdo, respaldando la viabilidad técnica de la propuesta de Shamkhani. Sin embargo, Grossi también destacó que la falta de cooperación de Irán con las inspecciones desde 2019 ha generado dudas sobre la naturaleza de su programa. Estas preocupaciones son compartidas por Israel, cuyo primer ministro, Benjamin Netanyahu, ha instado a Trump a no negociar con Irán y a considerar acciones militares contra sus instalaciones nucleares.
Impacto regional y global del diálogo nuclear
Las negociaciones se desarrollan en un contexto de tensiones regionales. Las sanciones estadounidenses, intensificadas en abril de 2025 contra entidades vinculadas al petróleo iraní, forman parte de la estrategia de “máxima presión” de Trump para reducir las exportaciones de crudo de Irán. A pesar de estas medidas, Irán ha mantenido un flujo de exportaciones, con China absorbiendo cerca del 90% de su crudo en 2023, según la Administración de Información Energética de Estados Unidos.
Las tensiones también se han agudizado por el apoyo de Irán a grupos como los Hutíes en Yemen, que han atacado intereses israelíes y el comercio marítimo en el mar Rojo. Estados Unidos ha respondido con sanciones adicionales y advertencias de represalias, lo que ha complicado el ambiente de las negociaciones. Irán insiste en que las discusiones se limiten al tema nuclear y las sanciones, rechazando abordar su influencia regional.
En el ámbito internacional, Francia y otros países europeos han expresado preocupación por el avance del programa nuclear iraní. El ministro de Relaciones Exteriores francés, Jean-Noel Barrot, advirtió el 29 de abril de 2025 que Irán está cerca de desarrollar armas nucleares y sugirió reimponer sanciones de la ONU. Irán calificó estas declaraciones de “infundadas”, reafirmando su compromiso con un programa nuclear pacífico.
La dinámica entre Trump y Netanyahu también influye en las negociaciones. Fuentes de NBC News indican que Trump busca un acuerdo diplomático para neutralizar la amenaza nuclear iraní, alejándose de la postura beligerante de Netanyahu, quien aboga por una acción militar. Este enfoque marca una evolución respecto a la retórica más agresiva de Trump durante su primer mandato, cuando abandonó el JCPOA y reimpuso sanciones.