Este sería el mayor incremento militar pro iraní en Siria desde la intervención de Hezbolá en 2014 y significaría una respuesta de Teherán ante las advertencias de Israel.
Los 10.000 soldados que se concentraron en la frontera iraquí pertenecen a las grandes Unidades de Movilización Popular de Irak (PMU), también conocidas como milicias Hashd Al-Shaabi, según informan las fuentes militares y de inteligencia de DEBKAfile. El comandante de Irán en el Medio Oriente, el jefe de Al Quds, el general Qassem Soleimani, les ordenó permanecer allí. Su comandante es uno de sus oficiales, Mahdi al-Muhandis, un iraquí de ascendencia iraní. Esta fuerza iraquí espera una luz verde para cruzar hacia el norte de Siria.
Se pretende que sea la respuesta de Teherán al «consejo» del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu a Irán de «apresurarse y salir de Siria» antes de la acción de las FDI. Soleimani respondió «apresurándose» para recargar las fuerzas iraníes en Siria, antes de que el teniente general Aviv Kohavi tuviera tres días para establecerse en su nuevo trabajo como Jefe de Estado Mayor de las FDI.
Nuestras fuentes señalan que el permiso de esta gran fuerza para cruzar la frontera y conectarse con el ejército del Gobierno sirio presentaría al general Kohavi con su primera prueba importante. Irán está ansioso por saber si Israel, o los Estados Unidos, están dispuestos a detener activamente esta importante acumulación de tropas bombardeando desde el aire. Si los combatientes del PMU no se detienen tan pronto como pisan el suelo sirio, los iraníes habrán ganado esta ronda y se sentirán capaces de aumentar con seguridad la fuerza del PMU de 10.000 combatientes vertiendo miles más en Siria.