El presidente Donald Trump expresó confianza en alcanzar un pacto nuclear con Irán durante su visita a Qatar. En su segunda parada de una gira por Oriente Medio, afirmó que las negociaciones avanzan para evitar acciones militares contra Teherán. “No queremos esparcir polvo nuclear en Irán”, declaró, destacando la posibilidad de un acuerdo sin recurrir a la fuerza.
Las conversaciones indirectas entre Estados Unidos e Irán, las cuartas desde la salida de Washington del pacto de 2015, se intensificaron el fin de semana. Trump señaló que recientes declaraciones iraníes alimentan su optimismo. Un asesor del líder supremo de Irán indicó que Teherán aceptaría restricciones significativas a su programa nuclear si Estados Unidos levanta las sanciones de inmediato. Los precios del petróleo cayeron tras los comentarios del presidente.
Irán, que enriquece uranio al 60% y bloquea inspecciones internacionales, enfrenta presiones de Qatar para negociar. Trump elogió al emir qatarí, Tamim bin Hamad Al Thani, por abogar contra un ataque militar. “Irán debería estar agradecido con el emir”, afirmó, subrayando el rol mediador del líder. En una cena de Estado, Trump reiteró su deseo de una solución pacífica, pero advirtió que sin acuerdo, Estados Unidos actuará.
El presidente iraní, Masoud Pezeshkian, rechazó las críticas de Trump y afirmó que Teherán no cederá ante amenazas. “El martirio es preferible a rendirse”, declaró en televisión estatal. A pesar de las negociaciones, Washington impuso nuevas sanciones contra el programa nuclear, petrolero y de misiles de Irán. Un asesor iraní criticó la postura de Trump, calificándola de “alambre de púas” en lugar de una rama de olivo.
Estados Unidos sancionó a seis personas y 12 empresas, incluidas varias en China y Hong Kong, por apoyar el programa de misiles balísticos iraní. Las medidas apuntan a frenar la producción de materiales clave para misiles, según el Departamento del Tesoro. “Irán no puede desarrollar misiles intercontinentales”, afirmó el secretario Scott Bessent, destacando la amenaza regional.
Las sanciones también afectan a ciudadanos chinos y empresas que suministran materiales a Irán. El Departamento de Estado acusó a China de respaldar actividades desestabilizadoras de Teherán. Además, Washington intensificó restricciones a las exportaciones petroleras iraníes a China, manteniendo su estrategia de “máxima presión” mientras negocia un nuevo acuerdo nuclear.