En Abu Dhabi, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declara que el programa nuclear iraní recibirá una respuesta definitiva, según sus palabras a la prensa.
Durante su visita al Consejo Empresarial Estados Unidos–Emiratos Árabes Unidos, asegura que la guerra nuclear con Irán se resolverá mediante un acuerdo o, de lo contrario, con medidas más severas, aludiendo a una posible intervención militar.
“Negociamos con ellos y han avanzado bastante”, afirma.
A pesar de que tanto Washington como Teherán expresan preferencia por la diplomacia, persisten divisiones sobre puntos clave que los negociadores deben superar para alcanzar un nuevo pacto y evitar enfrentamientos armados.
Irán, que proclama abiertamente su intención de destruir a Israel, elevó el enriquecimiento de uranio al 60 por ciento, un nivel sin usos pacíficos, y bloquea el acceso de inspectores internacionales a sus instalaciones nucleares.
Los líderes iraníes insisten en que sus condiciones incluyen mantener las reservas de uranio altamente enriquecido por encima de los límites establecidos en el acuerdo nuclear de 2015, abandonado por Trump en 2018.
Teherán rechaza haber buscado desarrollar armas nucleares, pero los servicios de inteligencia occidentales cuestionan estas afirmaciones, mientras funcionarios iraníes insinúan que el país podría perseguir armamento nuclear ante la presión global.