El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, podría revivir su “estrategia de máxima presión para llevar a Irán a la bancarrota” desde el primer día de su mandato, según un informe de un experto en seguridad nacional cercano a la transición de Trump. Esta estrategia incluiría medidas económicas drásticas hacia Irán.
De acuerdo con el Financial Times, el equipo de transición de Trump estaría preparando órdenes ejecutivas específicamente dirigidas a Irán, entre ellas, sanciones sobre las exportaciones de petróleo del país persa. Se espera que estas órdenes se emitan tan pronto como Trump asuma el cargo.
Durante su primer mandato, Trump tomó la decisión de retirarse unilateralmente del acuerdo nuclear de 2015 entre Irán y las principales potencias occidentales, reinstaurando las sanciones económicas a Teherán. Además, autorizó el asesinato del comandante iraní Qasem Soleimani, quien lideraba la Fuerza Quds del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán.
En su campaña presidencial de 2024, Trump criticó la política de Joe Biden de no aplicar sanciones rigurosas a las exportaciones de petróleo de Irán, alegando que esto ha debilitado la posición de Washington y ha fortalecido a Teherán.
Objetivo de la campaña: desactivar la influencia de Irán en la región
La campaña de máxima presión propuesta por Trump tiene como objetivo frenar el fortalecimiento del ejército iraní y desactivar su capacidad para financiar redes terroristas aliadas en la región, como Hamás en Gaza y Hezbolá en Líbano. El informe subraya que el objetivo principal de esta estrategia sería forzar a Irán a negociar un nuevo acuerdo nuclear.
En respuesta, el gobierno iraní manifestó su disposición a mantener conversaciones sobre su programa nuclear con las principales potencias internacionales. Sin embargo, Irán dejó claro que no aceptará negociaciones “bajo presión e intimidación”.
El ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Abbas Araghchi, señaló que su país está dispuesto a dialogar con base en su “interés nacional” y los “derechos inalienables” de Irán. Por su parte, el director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, se reunió con Araghchi y destacó la importancia de evitar cualquier tipo de ataque a las instalaciones nucleares iraníes.
Durante una conferencia de prensa en Teherán, Grossi instó a la diplomacia para resolver los problemas de cumplimiento que enfrenta Irán con el OIEA, resaltando que “las instalaciones nucleares no deben ser atacadas”. Esta declaración se dio en un contexto de crecientes tensiones en la región, especialmente tras las amenazas de Israel hacia Irán.
Posible aumento de tensiones entre Irán e Israel
En el mismo contexto, se rumorea que Israel podría estar considerando ataques a las instalaciones nucleares de Irán, lo que ha generado preocupación internacional. Israel considera el programa nuclear iraní como una amenaza existencial, lo que ha intensificado las tensiones en la región.
Este año, Irán lanzó misiles contra territorio israelí en dos ocasiones, lo que provocó represalias por parte de las fuerzas armadas israelíes. El último ataque israelí ocurrió el 26 de octubre, cuando la Fuerza Aérea israelí bombardeó instalaciones militares iraníes.
Se reportó que, como parte de la escalada, un ataque israelí destruyó equipo avanzado en la instalación nuclear de Parchin, crucial para el desarrollo de armas nucleares. Aunque el ataque no ha sido confirmado oficialmente, fuentes israelíes indicaron que el material destruido era vital para los esfuerzos nucleares de Irán.
Impacto de la estrategia israelí y la respuesta iraní
Funcionarios israelíes afirmaron que la destrucción de este equipo ha causado un “estancamiento” en el progreso de Irán hacia la fabricación de bombas nucleares. Según un funcionario estadounidense, el ataque es prueba de que Israel posee un profundo conocimiento sobre las capacidades nucleares de Irán, incluso en áreas de alta confidencialidad.
El informe de Axios detalló que el bombardeo israelí afectó significativamente las capacidades de investigación en Parchin, lo que representa un golpe importante para el programa nuclear iraní. Este ataque se produjo como represalia por un incidente previo entre ambos países.
En cuanto a las instalaciones atacadas, se reveló que el objetivo fue un equipo utilizado para diseñar explosivos nucleares. Según las autoridades israelíes, la destrucción de este equipo dificultará enormemente los esfuerzos de Irán para desarrollar un dispositivo nuclear.
El regreso de Trump y sus posibles efectos en la diplomacia nuclear
Con la reelección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, es probable que se reconfigure la diplomacia nuclear con Irán, que ha estado estancada durante la administración de Joe Biden. A pesar de los intentos de diálogo indirecto en los últimos meses, no se ha logrado ningún avance concreto en las negociaciones.
En su primer mandato, Trump abandonó el acuerdo nuclear de 2015, que limitaba las actividades nucleares de Irán a cambio del levantamiento de sanciones. Aunque no ha especificado si reinstaurará su política de “máxima presión” sobre Irán, la incertidumbre acerca de sus planes genera preocupación entre varios actores internacionales.