La Unión Europea emitió el domingo una declaración en la que condenaba el fatal ataque con drones del mes pasado contra un buque comercial vinculado a Israel en el Mar Arábigo, afirmando que “todas las pruebas disponibles apuntan claramente a Irán”.
El Alto Representante de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell, condenó “en los términos más enérgicos el ataque ilegal cometido contra el buque mercante Mercer Street, frente a la isla de Masirah, en Omán”.
“Estas acciones temerarias y unilaterales, contrarias al derecho internacional y que amenazan la paz internacional, son inaceptables y deben cesar”, añadió. “La libertad de navegación debe estar garantizada de acuerdo con el derecho internacional”.
“La UE continuará los intensos esfuerzos diplomáticos para avanzar en el diálogo y las soluciones adecuadas y eficaces”.
Teherán ha negado enérgicamente cualquier relación con el ataque del 29 de julio al MT Mercer Street, un petrolero gestionado por una empresa propiedad de un multimillonario israelí, pero en los últimos días se ha enfrentado a una creciente ola de acusaciones por parte de Israel, Estados Unidos y Gran Bretaña, así como de otros países.
En el ataque murieron un guardia de seguridad británico y un miembro de la tripulación rumano.
La condena de la UE se produjo tras una declaración del viernes de los países del G7 en la que se afirmaba que “el comportamiento de Irán, junto con su apoyo a fuerzas proxy y actores armados no estatales, amenaza la paz y la seguridad internacionales”.
“Pedimos a Irán que ponga fin a todas las actividades incompatibles con las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad de la ONU, y hacemos un llamamiento a todas las partes para que desempeñen un papel constructivo en el fomento de la estabilidad y la paz regionales”, afirmaron.
También el viernes, el Comando Central de EE.UU. dijo que los restos de uno de los tres aviones no tripulados cargados de explosivos que tenían como objetivo la calle MT Mercer indicaban que habían sido producidos en Irán.
El informe decía que los expertos en explosivos pudieron recuperar varias piezas del vehículo aéreo no tripulado que impactó en el barco “y componentes internos que eran casi idénticos a los ejemplos recogidos anteriormente de vehículos aéreos no tripulados de ataque iraní. Las distancias desde la costa iraní hasta los lugares de los ataques estaban dentro del alcance de los UAV de ataque unidireccional iraníes documentados”.
Los hallazgos fueron compartidos con los expertos en explosivos del Reino Unido e Israel y “ambos socios coincidieron con los hallazgos de Estados Unidos”, según el informe del CENTCOM.
Sin embargo, aunque el informe concluía que el avión no tripulado había sido fabricado en Irán, no especificaba que fuera Irán quien lo controlaba cuando se estrelló contra la calle Mercer.
Los militares iraníes negaron las acusaciones.
“Los estadounidenses dicen que han encontrado partes de drones de Irán en el agua, y ésta es su prueba. ¿Pero qué laboratorio ha determinado que [los drones] pertenecen a Irán?”, dijo el portavoz militar, el general de brigada Abolfazl Shekarchi, citado por la agencia de noticias IRNA.
“Este es el método de los estadounidenses, tejer historias y utilizarlas para acusar a Irán… este es el método que han elegido para presionar a Irán”, añadió.