Las autoridades de Washington y Jerusalén están en alerta máxima ante la posibilidad de que Irán y sus aliados lancen un ataque contra Israel en respuesta a los asesinatos del jefe militar de Hezbolá, Fuad Shukr, y del líder de Hamás, Ismail Haniyeh, ocurridos la semana pasada, según informó Axios.
El general Michael Kurilla, jefe del Comando Central de Estados Unidos, llegó ayer a Medio Oriente en un viaje previamente planeado, coincidiendo con los preparativos defensivos ante una potencial ofensiva iraní.
El Pentágono anunció el viernes el despliegue de un escuadrón de aviones de combate en Medio Oriente y la permanencia de un portaaviones en la región, con el objetivo de reforzar la presencia militar estadounidense para defender a Israel y proteger a las tropas estadounidenses.
Estados Unidos e Israel están trabajando en la formación de una coalición regional e internacional destinada a prevenir posibles ataques, similar a la coordinación realizada cuando Irán lanzó cientos de drones y misiles contra Israel los días 13 y 14 de abril.
Se anticipa que la represalia iraní podría ser de mayor envergadura y en colaboración con Hezbolá en el Líbano.