«Sin inspecciones, el acuerdo con Irán es una promesa vacía«, defendió en un comunicado la embajadora estadounidense ante la ONU, Nikki Haley.
El mensaje de Haley se refiere a la división de opiniones que existe en torno a un apartado de ese pacto sellado en 2015 y cuyo futuro está ahora en el aire ante las críticas de Washington.
La llamada «sección T» prohíbe a Teherán tecnologías que pueden ser utilizadas para desarrollar armas atómicas, pero el acuerdo no deja claro cómo se debe vigilar el respeto de ese compromiso.
La OIEA, que supervisa el cumplimiento del acuerdo, ha pedido a las potencias firmantes aclaraciones sobre su papel en ese apartado concreto, según confirmó Haley este jueves.
La embajadora estadounidense salió al paso de informaciones según las cuales Rusia, uno de los seis países que negoció el acuerdo con Irán, considera que la OIEA no tiene mandato para efectuar las inspecciones relativas a esa «sección T«.
«Si el acuerdo nuclear con Irán va a tener algún significado, las partes deben tener un entendimiento común de sus términos«, insistió Haley, que recordó que dirigentes del país persa han dicho que no aceptarán inspecciones en instalaciones militares.
«Ahora parece que algunos países están intentando proteger a Irán de incluso más inspecciones«, lamentó.
Tras años de negociaciones, el llamado Grupo 5+1 (EE.UU., Rusia, China, Francia, el Reino Unido y Alemania) selló en 2015 un acuerdo con Irán para que el país restringiese sus actividades nucleares a cambio de un levantamiento de las sanciones internacionales.
El convenio fue luego refrendado por el Consejo de Seguridad de la ONU y cuenta con un amplio apoyo de la comunidad internacional.
Aunque todas las partes consideran que Teherán está cumpliendo con sus compromisos en materia nuclear, EEUU insiste en que el país está llevando a cabo actividades que van en contra del espíritu del acuerdo.
El presidente estadounidense, Donald Trump, arremetió duramente contra el pacto en su reciente discurso en la Asamblea General de Naciones Unidas, calificándolo de «vergüenza» para su país, que lo firmó bajo la presidencia de Barack Obama.
Trump asegura además que ya ha tomado una decisión sobre el futuro del acuerdo, aunque no ha querido desvelarla.
EEUU, al mismo tiempo, ha sondeado sin éxito una posible renegociación del convenio, a la que se oponen tanto Irán como el resto de potencias firmantes.
Fuente: Infobae