El ministro de Asuntos Exteriores iraní, Mohammad Javad Zarif, se disculpó el domingo por los comentarios que hizo en una entrevista filtrada contra el excomandante de la Fuerza Quds del CGRI, Qasem Soleimani.
“Algunos han tratado de utilizar esta desafortunada situación como un medio para perturbar la empatía del valiente pueblo de esta región o como una herramienta para objetivos políticos a corto plazo”, dijo Zarif en su cuenta de Instagram, según la agencia de noticias Mehr.
“Debo subrayar que mis palabras no socavan ni un ápice de la grandeza del general mártir Soleimani y su papel insustituible en la restauración de la seguridad de Irán, la región y el mundo”, añadió Zarif. “Si hubiera sabido que una frase de esas palabras se haría pública, ciertamente no la habría pronunciado como lo hice en el pasado”.
“Espero que el noble pueblo de Irán y todos los amantes del general Soleimani, y especialmente su familia, me perdonen”, añadió Zarif.
Zarif declaró durante la entrevista con el periodista iraní Saeed Laylaz que fue filtrada por Irán Internacional que fue obligado por Soleimani a buscar la diplomacia que favoreciera los intereses militares de Irán en la región, pero que nunca fue “capaz de pedirle a Soleimani que hiciera algo que sirviera a mis movimientos diplomáticos”, según el informe.
Soleimani fue asesinado por Estados Unidos en un ataque con drones en Bagdad en enero de 2020.
El ministro de Asuntos Exteriores también se quejó de la negativa de Soleimani a dejar de utilizar la aerolínea nacional iraní para transportar armas a Siria, diciendo que los vuelos a Damasco se multiplicaron por seis debido a la presión del antiguo comandante de la Fuerza Quds.
El ministro de Exteriores afirmó además que una visita de Soleimani a Rusia tras la firma del acuerdo nuclear de 2015 tenía como objetivo torpedear el acuerdo. “Ese viaje se realizó por iniciativa de Moscú sin que el Ministerio de Exteriores iraní tuviera ningún control sobre él. Su objetivo era destruir el JCPOA”, dijo Zarif, según la cadena de televisión persa con sede en Gran Bretaña.
La entrevista provocó la indignación de los iraníes, que pidieron la dimisión del ministro de Asuntos Exteriores, y los partidarios de Zarif temieron que pudiera afectar negativamente a sus aspiraciones en las próximas elecciones presidenciales de Irán.