El máximo diplomático de Irán dijo el miércoles que el objetivo del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, “es hacernos caer de rodillas para hablar”, pero el consejero de seguridad nacional John Bolton y los aliados clave de Estados Unidos en el Medio Oriente quieren “el cambio de régimen por lo menos” y la “desintegración de Irán”.
El ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Mohammad Javad Zarif, dijo que duda que Trump quiera un conflicto porque el presidente se comprometió con una promesa de campaña “no desperdiciar otros 7 mil millones de dólares en nuestra región para empeorar la situación”.
Pero Zarif dijo lo que llamó “el equipo B”: Bolton, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, el príncipe heredero de Arabia Saudita Mohammed bin Salman y el príncipe heredero de Abu Dhabi, Mohammed bin Zayed, está tratando de “presionar a Irán para que actúe” como un pretexto para Acciones estadounidenses “locas” y “aventureras”.
“El presidente Trump tiene un plan, pero no está siendo atraído a un plan sino a una trampa”, advirtió Zarif en una sesión de preguntas y respuestas en la Sociedad de Asia. “Costará otros $ 7 billones e incluso un desastre mayor”.
Zarif dijo que “aún no es una crisis, pero es una situación peligrosa”, y agregó que “los accidentes planeados son posibles”.
La administración Trump impuso nuevas sanciones a Irán, incluido su sector energético, en noviembre pasado, después de sacar a Estados Unidos del histórico acuerdo nuclear de 2015 entre Irán y seis potencias mundiales.
La designación estadounidense de la Guardia Revolucionaria de Irán como grupo terrorista a principios de este mes, la primera para una división completa de otro gobierno, agregó otra capa de sanciones a la poderosa fuerza paramilitar, convirtiendo cualquier apoyo en un crimen bajo la jurisdicción de los Estados Unidos.
El lunes, Trump anunció que Estados Unidos ya no eximirá a ningún país de las sanciones estadounidenses para que sigan comprando petróleo iraní, una decisión que afecta principalmente a los cinco principales importadores restantes: China, India y aliados de los tratados de Estados Unidos como Japón, Corea del Sur y Turquía.
La medida es parte de la campaña de “máxima presión” de la administración contra Irán que apunta a eliminar todos sus ingresos de las exportaciones de petróleo que Estados Unidos dice que los fondos desestabilizan la actividad en todo el Medio Oriente y más allá.
Horas antes del anuncio de Trump, Irán reiteró su amenaza de larga data de cerrar el Estrecho de Ormuz si se le impide utilizar el canal crucial en el Golfo Pérsico a través del cual pasa cerca de un tercio de todo el petróleo comercializado en el mar. La Armada de los Estados Unidos ha acusado en el pasado a los barcos patrulleros iraníes de acosar a los buques de guerra estadounidenses en el canal.