El martes, el Mando Central de Estados Unidos (CENTCOM) anunció que el líder del ISIS, Maher al-Agal, murió en un ataque con drones en Siria. Responsable de supervisar el funcionamiento de la organización terrorista en el extranjero, al-Agal era un objetivo crítico para las fuerzas anti ISIS. En el ataque, otro funcionario del ISIS resultó gravemente herido.
En lo que va de 2022, Estados Unidos capturó al alto dirigente del ISIS, Hani Ahmed al-Kurdi, en febrero, y localizó al jefe del grupo terrorista, Aby Ibrahim al-Hasimi al-Quraishi, en una redada que se saldó con su muerte en junio. El último ataque, que acabó con al-Agal, representa un golpe importante para el movimiento del ISIS, que ya ha recibido varios golpes a lo largo de este año. Aunque el ISIS ha perdido franjas de territorio y poder percibido desde su apogeo entre 2014-2017, la organización terrorista sigue siendo una amenaza en serie en la región.
Según un comunicado de prensa del CENTCOM, el líder del ISIS asesinado, al-Agal, era responsable de la expansión de la empresa regional del grupo terrorista. “Este ataque reafirma el firme compromiso del CENTCOM con la región y la derrota duradera del ISIS”, dijo el coronel Joe Buccino, portavoz del CENTCOM. “La eliminación de estos líderes de ISIS interrumpirá la capacidad de la organización terrorista para seguir planeando y llevando a cabo ataques globales. ISIS sigue representando una amenaza para los EE.UU. y sus socios en la región, CENTCOM mantiene una presencia suficiente y sostenible en la región y continuará para contrarrestar las amenazas contra la seguridad regional”.
El ascenso del ISIS
En su momento de mayor poder, el ISIS controlaba casi un tercio de Siria y algo menos de la mitad de Irak. El grupo surgió como una rama de Al-Qaeda en Irak (AQI) alrededor de 2003 por un jordano que finalmente lideraría AQI, llamado Abu Musab al-Zarqawi. Al igual que muchos otros grupos terroristas, el ISIS aprovechó los vacíos de poder y la inestabilidad que asolaban Siria e Irak. En 2013, el grupo se convirtió oficialmente en el Estado Islámico de Irak y Siria. Un año después, su líder, Abu Bakr al-Baghdadi, estrenó la formación de un califato que abarcaría Siria e Irak.
Tras el anuncio del califato proclamado, Estados Unidos anunció la formación de una coalición internacional para contrarrestar la amenaza del ISIS. El grupo terrorista cometió constantemente atrocidades brutales y prometió continuar con sus actos de violencia, violencia sexual, persecución y secuestros para lograr su misión.
Para impedir el funcionamiento del ISIS, la coalición liderada por Estados Unidos se esforzó por ayudar a poner fin a la financiación del grupo, proporcionó apoyo militar a sus socios e impidió el flujo de combatientes extranjeros. En el verano de 2014, la coalición comenzó a realizar ataques aéreos contra el ISIS en Irak, que amplió a Siria poco después. Según el Wilson Center, Estados Unidos llevó a cabo más de 8.000 ataques aéreos contra el ISIS durante el año siguiente. La campaña, bautizada como “Operación Inherent Resolve”, sentaría las bases para que el Estado Islámico acabara perdiendo un territorio considerable.
Esfuerzos para acabar con el ISIS
Años de combates condujeron finalmente a la muerte del líder del ISIS, al-Baghdadi, en 2019, tras la derrota territorial del grupo en la región. Aunque el grupo sufrió pérdidas físicas y de personal, los miembros dedicados de la organización terrorista permanecieron.
Según Reuters, tras la muerte de al-Baghdadi, se estima que “quedaron entre 14.000 y 18.000 miembros, incluidos 3.000 extranjeros.” Algunos combatientes del ISIS pudieron moverse libremente en pequeñas células, escapando de la captura al esconderse en terrenos montañosos. El ISIS ha permanecido activo en las provincias del centro y del norte de Irak, según detalla el Wilson Center. Desde la caída del califato en 2019, el grupo terrorista ha lanzado cientos de ataques.
Actividad del ISIS
En 2021, un doble atentado suicida mató a más de treinta personas en un mercado abarrotado de Bagdad. Este incidente marcó el primer ataque a gran escala de ISIS en el país en dos años. Meses después, un atentado del ISIS mató a diez personas en la región semiautónoma del Kurdistán iraquí. En febrero, los militantes del ISIS llevaron a cabo un descarado ataque para liberar a los terroristas encarcelados en la prisión siria de Al Hasakah.
Mientras que el resurgimiento de la actividad del ISIS en Irak y Siria es ampliamente difundido por los medios de comunicación convencionales, muchos de los ataques del grupo terrorista lanzados en África pasan desapercibidos. En 2020, el Departamento de Estado de Estados Unidos publicó su informe sobre el terrorismo, en el que se señalaba cómo los grupos afiliados al ISIS fuera de Oriente Medio contribuyeron a causar más víctimas mortales que ningún otro año. En los últimos años, el grupo terrorista ha lanzado decenas de atentados en todo el continente, incluso en Somalia y Uganda. Aunque el ISIS sólo controla actualmente menos del uno por ciento del territorio de África, el grupo ha indicado que el continente será su nueva frontera, quizás sustituyendo a Siria e Irak.
El reciente asesinato de al-Agal precede a la visita prevista por el presidente Biden a Oriente Medio, donde se reunirá con diversos dirigentes de la región. A la luz de las recientes provocaciones llevadas a cabo por la República Islámica de Irán en toda la región, se espera que el presidente Biden demuestre un frente unificado contra el comportamiento maligno de Teherán. Tras el asesinato de un líder crítico del ISIS, el grupo terrorista y su preservación en la región también podría ser un tema de debate durante la visita de Biden.