El Estado Islámico (ISIS) ha llevado a cabo maniobras para resurgir hoy en Siria, asediando a las fuerzas rusas y del régimen, atacando a una destacada milicia kurda y capturando una ciudad en el este del país, cumpliendo así con las recientes predicciones sobre la recuperación del grupo extremista en el conflicto.
Los militantes de ISIS atacaron una reunión de milicias del régimen y fuerzas especiales rusas en la antigua ciudad de Palmyra mediante el uso de un coche trampa lleno de explosivos, así como rodeando un convoy ruso y asediándolo. El propio medio de comunicación del grupo militante, la Agencia de Noticias Amaq, supuestamente informó de que aviones lanzaron fuertes bombardeos contra sus posiciones en un intento de romper el asedio.
En el campo de Raqqqa, donde se encontraba la antigua capital del autoproclamado “califato” de ISIS, el grupo se atribuyó el asesinato e hirió a cinco miembros de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), dirigidas por los kurdos, en un ataque contra las posiciones de la milicia. Según se informa, un vehículo de las Fuerzas Democráticas Sirias también fue destruido por un artefacto explosivo cerca de la ciudad de Haws.
Sin embargo, en lo que es la operación más determinante emprendida por el grupo, ISIS ha capturado y tomado el control total de la ciudad de Al-Sukhna, en la campiña oriental de Homs, gobernada tras una serie de batallas y escaramuzas con las milicias del régimen en la zona. Según la agencia de noticias Amaq, ISIS tomó el control de Al-Sukhna el domingo antes de retirarse bajo la presión de los ataques aéreos rusos, pero retomó el control de la ciudad hoy. Al parecer, 20 miembros de las milicias del régimen murieron durante su recaptura, y las fuerzas del régimen siguen siendo expulsadas de los alrededores de la ciudad.
El resurgimiento de ISIS, también conocido como Daesh, se produce en medio de las recientes advertencias de diversas fuentes internacionales de que el grupo pronto resurgiría y que ha estado planeando un regreso, en particular mediante el uso de sus combatientes encarcelados en toda la región.
Dos años después de su rápida expansión en 2014 y su captura de vastas extensiones, el grupo perdido perdió un territorio significativo como resultado de una coalición internacional en la que tanto actores locales como extranjeros lucharon contra él. Poco a poco ISIS perdió el control de sus principales fortalezas, entre ellas Mosul en Irak y Raqqa en Siria. Ahora solo existen células durmientes dispersas alrededor de la región.
El resurgimiento del grupo se ve particularmente a la luz del anuncio del presidente estadounidense Donald Trump en diciembre del año pasado de que las tropas estadounidenses se retirarán de Siria debido a la supuesta derrota de ISIS y a la reconquista de sus fortalezas en la región. Esta complacencia por parte del presidente fue recibida con un amplio desacuerdo entre las figuras políticas y militares estadounidenses, así como entre los grupos kurdos que dependen de Washington para su apoyo militar, insistiendo en que habría un riesgo de que ISIS resurgiera si las fuerzas estadounidenses se retiraban de la región.
Un informe del Pentágono publicado a principios de agosto advertía que el grupo se está recuperando y reuniendo fuerzas, y que “a pesar de perder su ‘califato’ territorial, el Estado Islámico en Irak y Siria (ISIS) solidificó sus capacidades insurgentes en Irak y estaba resurgiendo en Siria”.