Discurso de Machiel de Graaf, diputado del Parlamento holandés por el PVV (Partido por la Libertad) de Geert Wilders.
- “Sin el islam, Holanda sería un país formidable. Este tema está poco tratado por mis colegas. Por supuesto, cada cual es libre de hablar del tema que prefiera.
- Sin el islam, Holanda no gastaría los 7200 millones de euros que la inmigración masiva le cuesta al país.
- Sin el islamno habría ninguna mezquita y los holandeses no se verían obligados a ver diaramente velos islámicos, chilabas, barbas de odio o minaretes. Un país sin estos símbolos de dominación islámica sería un país formidable.
- Sin el islamno nos veríamos confrontados a la política de reemplazo del pueblo holandés ni a la colonización musulmana, ni a la ocupación de territorio en cada vez más barrios de grandes y pequeñas ciudades.
- Sin el islam, Holanda se vería protegida de las perturbaciones sociales que son la consecuencia de la inmigación masiva, que nos llegan a través de las prédicas de odio, a través de la reunificación familiar, la victimización, la criminalidad marroquí y la interferencia turca, a través de las exigencias islámicaspara implantar a Holanda e imponer a sus habitantes todas esas ideas bárbaras, retrasadas y totalitarias salidas de un bandido del siglo VII, asesino de masas y pedófilo.
- Sin el islam, Pim Fortuyn no hubiese sido asesinado por Volkert van der Graaf que justificó su crimen por su simpatía con los musulmanes.
- Sin el islam, Theo van Gogh no hubiese sido asesinado por Mohammed Bouyeri, y Geert Wilders, el líder de mi partido, no necesitaría protección policial las 24 horas del día.
- Sin el islam, la política no estaría desbordante de aduladores de los musulmanes movidos por intereses cínicos o por una visión ingenua.
- Sin el islam, Holanda no sería el escenario de ningún crimen de honor y el fenómeno de los casamientos forzados entre primos o entre una sobrina y un tío 20 años mayor desaparecería.
- Sin el islam, los niños judíos podrían ir a la escuela sin protección policial y los homosexuales podrían pasear por las calles en plena seguridad.
- Sin el islam, podríamos reducir a la mitad el gasto de la asistencia social, necesitaríamos la mitad de los policías y las cárceles que tenemos actualmente y gastaríamos menos en barrios desfavorecidos.
- Sin el islam, no tendríamo ya necesidad de subvencionar la integración, los animales sufrirían menos y el apartheid no sería más que una palabra en los libros de Historia.
- Sin el islam, los holandeses con un buen nivel educativo no sentirían tanto la necesidad de emigrar.
- Sin el islam, la sharia no estaría siendo aplicada en cada vez más barrios y los jueces no la tendrían en cuenta en sus fallos.
- Sin el islam, el ministro Asscher no hubiera publicado un cartel electoral en turco en 2010 y nadie hubiera gritado en el Parlamento “¡Que Alá te castigue con severidad!”. Ningún miembro del Parlamento hubiera exigido un lugar para lavarse y poder rezar.
- Sin el islam, ninguna organización criminal como Dinayet, Mili Görüs y Süleymanli formarían el brazo armado de Ankara en Holanda. Ese brazo debería ser amputado. Señora Presidenta, ese largo brazo debería ser amputado. Hay que prohibir esas organizaciones, así como las que están relacionadas con Feta Allah Gülden. Hay que expulsar a sus líderes y cerrar sus oficinas. ¿El Gobierno está dispuesto a hacer eso?
- Sin el islam, las escuelas no servirían carne halal para las comidas de Nochebuena, no se eliminarían los árboles de Navidad y las aulas no se vaciarían hasta finalizar el ramadán.
- Sin el islamno tendríamos cientos de miles de turcos que dicen que entienden la violencia contra los que tienen otras creencias que las suyas. No tendríamos cientos de miles de musulmanes que idealizan al Estado Islámico.
- Sin el islam, no tendríamos problemas con los jihadistas. Sin el islam, no tendríamos la amenaza del terrorismo y no tendríamos niños que saltan de alegría en las calles después de cada atentado islámico.
Los musulmanes no cambian, no se integran y no se asimilan. Con sus mezquitas ponen a Holanda patas arriba y lo hacen con nuestro dinero, y la población autóctona acaba siendo extranjera en su propio país. La inmigración musulmana funciona de esa manera desde hace 1400 años y no va a acambiar. Miremos lo que le pasó a la África del Norte cristiana y echemos una ojeada a Marsella, a Bruselas, o a Roterham en Inglaterra, el centro de la violación masiva islámica.
Estamos en una fase alarmante. En 40 años la población ha cambiado. En ciudades como La Haya, Amsterdam y Rotterdam, la mitad de la población proviene del extranjero, principalmente de países musulmanes.
La tasa de natalidad de los musulmanes es mucho más elevada que la de los holandeses. Eso significa que en menos de dos generaciones la mayoría de la población de Holanda será musulmana. ¿Cómo será el país en 2025 o 2030? Si Holanda sigue por ese camino será pronto un bazar musulmán, un mercadillo persa…”