La Autoridad Palestina y la Liga Árabe condenaron el sábado la apertura por parte de la República Checa de una oficina diplomática en Jerusalén, calificándola de violación del derecho internacional.
Praga abrió el jueves una sucursal en Jerusalén de su embajada en Israel, que se encuentra en Tel Aviv. Su inauguración, a la que asistió el primer ministro checo Andrej Babis, se produjo dos semanas después de que Israel enviara varios miles de dosis de la vacuna COVID-19 a la República Checa.
El Ministerio de Asuntos Exteriores palestino consideró que la medida de Praga era “un ataque flagrante contra el pueblo palestino y sus derechos, una violación flagrante del derecho internacional”, y dijo que perjudicaría las perspectivas de paz.
En El Cairo, el Secretario General de la Liga Árabe, Ahmed Aboul Gheit, dijo en un comunicado: “El estatus legal de Jerusalén se verá afectado por la decisión de un país u otro de abrir oficinas de representación. Jerusalén Este es una tierra ocupada según el derecho internacional”.
El estatus de Jerusalén es una de las cuestiones más espinosas del conflicto palestino-israelí, que dura ya varias décadas.
Israel se anexionó la parte oriental de la ciudad en una medida no reconocida internacionalmente y considera toda Jerusalén como su capital.
Los palestinos pretenden que el Este de Jerusalén, que Israel capturó junto con Judea y Samaria y Gaza en la Guerra de los Seis Días de 1967, sea la capital de un futuro Estado independiente.
Las conversaciones de paz se rompieron en 2014.
Aunque la República Checa es partidaria de una solución de dos Estados para el conflicto palestino-israelí, el mes pasado fue nombrada en una decisión previa al juicio de la Corte Penal Internacional como uno de los países que apoyaban el argumento de Israel de que el tribunal no tenía jurisdicción sobre los crímenes de guerra en los territorios palestinos.
La República Checa es también uno de los más firmes defensores de Israel en la Unión Europea. El mes pasado, Israel congeló su efímero programa de “diplomacia de las vacunas” para enviar vacunas COVID-19 al extranjero con el fin de comprar la buena voluntad internacional, después de que se sometiera a escrutinio jurídico.