Nikki Haley, la embajadora de los Estados Unidos ante la ONU, hizo referencia el martes a la próxima votación en la Asamblea General de la ONU sobre una resolución en protesta por el reconocimiento del presidente estadounidense Donald Trump a Jerusalén.
«En la ONU siempre nos piden que hagamos más y demos más. Entonces, cuando tomamos una decisión, a voluntad del pueblo estadounidense, sobre dónde ubicar NUESTRA embajada, no esperamos que las personas a las que ayudamos se alineen con nosotros. El jueves habrá una votación criticando nuestra elección. Estados Unidos tomará nota de sus nombres«, escribió en Twitter.
La votación en la Asamblea General de la ONU el jueves fue iniciada por Turquía y Yemen, y se produce después de que la delegación estadounidense en la ONU usó su poder de veto para derribar una medida similar del Consejo de Seguridad que rechazó a Jerusalén como la capital de Israel.
La Autoridad Palestina (AP), indignada por el reconocimiento de Trump de Jerusalén, intentó negar el reconocimiento en el Consejo de Seguridad, pero como esa iniciativa ha fallado, tratará de aprobar una resolución similar en la Asamblea General, donde Estados Unidos no tiene poder de veto.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel ha tratado de persuadir a varios países para que no participen ni se opongan a la votación de la resolución, aunque los funcionarios en Jerusalén reconocieron el martes que es más que probable que la resolución sea aprobada.
Haley, quien es un firme defensora de Israel, habló el lunes antes de la votación sobre la resolución del Consejo de Seguridad, y dejó en claro que Estados Unidos no «volverá a cometer el mismo error» al permitir que las resoluciones unilaterales contra Israel sean aprobadas al negarse a usar su poder de veto, como lo hizo Obama el último mes de su mandato.
Haley criticó a la Administración Obama por permitir la aprobación, en diciembre de 2016, de la Resolución 2334 del Consejo de Seguridad de la ONU , que declaró que Israel no tiene derechos sobre ninguna parte del este de Jerusalén, incluido el Muro Occidental.
«En diciembre de 2016, EE.UU. Decidió abstenerse. Ahora es una nueva administración. Dada la posibilidad de votar nuevamente, ejerceríamos un poder de veto. EE UU. No volveremos a cometer ese error», subrayó.