El gobierno jordano ha presentado una queja oficial ante el Ministerio de Relaciones Exteriores israelí por un reciente fallo judicial que permite a los judíos rezar frente a la entrada privada al sitio sagrado del Monte del Templo en Jerusalén, informó Channel 10 el martes.
«Israel está violando el statu quo en el área y está llevando a cabo provocaciones extremas que dañan las relaciones entre nuestros dos países», dice la denuncia, refiriéndose al antiguo acuerdo entre Jerusalén y Ammán que permite a los judíos visitar el Monte del Templo pero no rezar allí.
La queja fue presentada después de que el Tribunal de Magistrados de Jerusalén rechazara el mes pasado una solicitud policial para prohibir temporalmente a tres niñas judías de 14 años del lugar sagrado que fueron arrestadas por inclinarse en oración fuera de la entrada privada.
«En un estado democrático, no nos distanciamos y ciertamente no arrestamos a los ciudadanos que quieren orar en un lugar donde se permite rezar», dijo el tribunal en su fallo.
Itamar Ben Gvir, el abogado que representó a las adolescentes israelíes, calificó la queja jordana como «un atrevimiento de primer grado».
«Espero que el primer ministro convoque al embajador jordano para una reprimenda y le explique que es el derecho de los ciudadanos israelíes rezar en todas partes en Jerusalén», dijo en un comunicado.
En octubre, Jordania condenó la afluencia de visitantes judíos al Monte del Templo durante el festival de una semana de Sucot, describiéndolo como «el asalto a la mezquita Al-Aqsa por colonos y extremistas judíos», y calificando a Israel de «irresponsable» por permitirles la entrada al recinto.
El Monte del Templo alberga la Cúpula de la Roca y la mezquita Al-Aqsa de la ocupación islamista. Es venerado por los judíos como la ubicación de los históricos templos bíblicos judíos. Para el islam es el tercer lugar más sagrado y esto, basado en un mito espurio, es decir, que no se describe en el Corán.
Bajo el presente acuerdo instituido por Israel después de que capturó la Ciudad Vieja de Jerusalén en la guerra de 1967, el sitio, conocido por la ocupación islamista como Haram al-Sharif, permanece bajo la custodia religiosa de Jordania. A los judíos se les permite visitar el complejo bajo los acuerdos existentes, pero se les prohíbe el culto religioso o la oración.
Israel y Jordania firmaron un acuerdo de paz en 1994, pero las relaciones han sido frías durante mucho tiempo.
En julio, el sitio sagrado se convirtió en el foco de una gran crisis entre las autoridades israelíes, los árabes que se hacen llamar palestinos y Jordania por las medidas de seguridad tomadas en las entradas al complejo. Se instalaron detectores de metales y cámaras tras un ataque islamista en el que tres musulmanes salieron del sitio y asesinaron a tiros a dos agentes de policía israelíes. Los terroristas islamistas utilizaron armas de fuego que habían sido introducidas previamente al Monte del Templo. Las medidas de seguridad finalmente se eliminaron ante una oleada de ataques islamistas en todo el país, que incluyó la masacre de Halamish, en la que un musulmán de la Autoridad Palestina apuñaló a la familia Shlomoh, y otros ataques en todo el territorio.
La semana pasada, Chanel 10 informó que Jordania aprobó a Amir Weissbrod como el nuevo embajador de Israel.
La autorización se produjo después de que los dos países acordaron poner fin a un enfrentamiento diplomático tras la muerte a tiros de dos jordanos por un guardia de seguridad israelí que abrió fuego en defensa propia después de que uno de los hombres intentó apuñalarlo.