La policía y los organizadores llegaron a un acuerdo el miércoles sobre la celebración de una marcha más pequeña y más favorable a la protección contra el coronavirus el jueves, para conmemorar el aniversario de la toma de control por parte de Israel del recinto del Monte del Templo y de las zonas orientales de la ciudad durante la Guerra de los Seis Días de 1967.
El día suele estar marcado por una marcha derechista a través del Barrio Musulmán de la Ciudad Vieja que termina en el Muro Occidental, y en el pasado se le ha culpado del aumento de las tensiones entre judíos y árabes.
Según el acuerdo alcanzado con la policía israelí, en lugar de una marcha a través de la estrecha red de calles de la Ciudad Vieja, se permitirá que 700 personas formen una cadena humana, con dos metros de distancia entre cada uno, alrededor de muchas de las puertas de la Ciudad Vieja, dijeron los organizadores en un comunicado.
Además, una caravana de coches circulará por Jerusalén y rodeará la Ciudad Vieja. Los eventos culminarán con una ceremonia en el Muro Occidental a la que asistirán 450 personas que se registraron con antelación.
Los organizadores han solicitado permiso para construir una cadena humana de 3.000 personas, que se extenderá desde el centro del este de Jerusalén hasta la Ciudad Vieja.
El acuerdo llega después de una audiencia del Tribunal Supremo sobre el asunto.
La llamada Marcha de la Bandera, en la que principalmente adolescentes religiosos marchan a través de la Ciudad Vieja vestidos de blanco y azul, ha levantado tensiones en el pasado por su ruta a través del Barrio Musulmán.
Los comerciantes palestinos con tiendas a lo largo de la ruta se ven obligados a cerrar sus negocios durante el desfile, y a los residentes del barrio musulmán se les aconseja que permanezcan en sus casas.
En años anteriores, la marcha ha provocado esporádicos incidentes de violencia entre palestinos e israelíes.
Después de que Israel capturó Jerusalén Oriental en la Guerra de los Seis Días, la anexó y declaró a toda la ciudad capital indivisa de Israel. Sin embargo, la marcha no ha sido reconocida por gran parte de la comunidad internacional, con la excepción de los Estados Unidos.
Los palestinos ven a Jerusalén oriental como la capital de su futuro Estado independiente, y el futuro estatuto de la ciudad es una de las cuestiones más polémicas del conflicto israelí- palestino.