La Corte Suprema ordenó al Primer Ministro Binyamin Netanyahu y a los ministros del gabinete que respondieran a una petición de la organización “Otzma Yehudit” y explicaran por qué los magnetómetros no deberían ser removidos de la puerta que los judíos usan los judíos para ascender al Monte del Templo.
Los activistas de derecha Mijael Ben-Ari, Baruj Marzel, Itamar Ben-Gvir y Benzi Gopstein, solicitaron a la Corte Suprema y argumentaron que la política del gabinete, según la cual sólo los judíos deben pasar a través de detectores de metales cuando visitan el Monte del Templo, es discriminatoria e inconstitucional.
En su petición, los peticionarios sostienen que el Estado no puede discriminar por motivos de raza o religión y que cuando se decidió retirar los detectores de metal de las puertas por donde los árabes ingresan al Monte del Templo, el Estado no tenía autoridad para mantener los detectores de metales solo en la entrada que los visitantes judíos deben usar.
Los peticionarios añadieron que “el gobierno israelí ha dado poder de veto a las turbas violentas para determinar la política del Gabinete, pero dado que se trata de una decisión política y el tribunal no está dispuesto a intervenir en estas decisiones. los peticionarios procuran comparar las situaciones de los judíos y los árabes, para que no se cree una situación en la que los judíos sean discriminados”.
El juez de la Corte Suprema David Mintz ordenó al Estado responder a la petición dentro de los 50 días.