La Autoridad Palestina, Jordania y varias otras naciones árabes criticaron las celebraciones del Día de Jerusalén en Israel, incluyendo la controvertida marcha de la bandera.
Concentraciones y Detenciones
Antes de las celebraciones, activistas palestinos solicitaron a sus compatriotas reunirse en el Monte del Templo y en la Ciudad Vieja de Jerusalén para contrarrestar la marcha. Sin embargo, Ahed Risheq y Raed Hijazi, importantes líderes de Al Fatah en Jerusalén oriental, fueron arrestados por las fuerzas policiales, según fuentes palestinas.
Funcionarios de la Autoridad Palestina advirtieron que Israel se haría responsable de las consecuencias de permitir la marcha en la Ciudad Vieja.
El primer ministro de la Autoridad Palestina, Muhammad Shttayeh, calificó la marcha como “absurda y provocadora”, un intento de Israel de “imponer hechos falsos en Jerusalén”.
Reacciones Oficiales
Rawhi Fattouh, presidente del Consejo Nacional Palestino, indicó que el gobierno israelí asumiría la responsabilidad de las consecuencias de estas “celebraciones provocadoras”. Fattouh describió la marcha como un instrumento de una guerra racista para desplazar a los palestinos de Jerusalén.
El Ministerio de Asuntos Exteriores palestino también emitió una declaración fuerte, negando la soberanía de Israel sobre Jerusalén y acusándolo de intentar cambiar su composición demográfica y estatus histórico-legal.
El Ministerio describió la Marcha de las Banderas como una “demostración de intimidación y violencia” contra los palestinos.
Condena Internacional
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Jordania condenó lo que calificó como un “asalto” a la mezquita de Al Aqsa por miembros del gobierno israelí. El Ministerio advirtió sobre un posible agravamiento de la situación por permitir la marcha.
Egipto y los Emiratos Árabes Unidos también criticaron la marcha por considerarla provocadora, advirtiendo que las acciones de Israel en Jerusalén podrían llevar a un aumento de las tensiones y la violencia.
La Yihad Islámica Palestina y Hamás describieron las celebraciones del Día de Jerusalén como un “intento fallido de Israel de judaizar Jerusalén”.
Reacciones Religiosas
El Consejo Supremo Islámico de la Fatwa en el Este de Jerusalén sostuvo que la marcha de las banderas buscaba “provocar a los palestinos y apaciguar a los colonos extremistas”.
El muftí Sheikh Mohammed Hussein condenó las visitas judías al Monte del Templo, considerándolas un desafío a los musulmanes en todo el mundo.