La República Dominicana está considerando trasladar su embajada a Jerusalén, según anunció el Ministerio de Asuntos Exteriores del país el fin de semana.
Hasta la fecha solo dos países tienen embajadas en Jerusalén; Estados Unidos y Guatemala.
El reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel ha seguido siendo un tema delicado desde el punto de vista diplomático y, como resultado, la mayoría de los países han colocado sus embajadas en Tel Aviv.
Sin embargo, varios países han indicado que podrían trasladar sus embajadas a Jerusalén, entre ellos, Honduras, Brasil, Serbia y la República Checa. Kosovo, que no tiene embajada en Israel, ha hablado de abrir una en Jerusalén.
El Ministro de Relaciones Exteriores Gabi Ashkenazi agradeció a su homólogo de la República Dominicana Roberto Álvarez durante una conversación telefónica entre ambos el viernes.
Ashkenazi twiteó sobre la conversación diciendo: “Felicito a la FM de la República Dominicana, @RobalsdqAlvarez por la decisión del Gobierno Dominicano de considerar el traslado de su embajada de Tel Aviv a Jerusalén. Le agradecí durante nuestra llamada telefónica de ayer por esta importante decisión y por los muchos años de amistad entre nuestros dos países”.
Álvarez luego retomó la declaración de Ashkenazi.
La República Dominicana originalmente había colocado su embajada en Jerusalén pero luego la reubicó en Tel Aviv tras la decisión de Israel en 1980 de cimentar formalmente su soberanía sobre Jerusalén.
La decisión del país de sopesar la posibilidad de devolver su embajada a Jerusalén se produjo después de que los Estados Unidos anunciaran que no harían distinciones territoriales con respecto a las zonas situadas sobre las líneas anteriores a 1967. Además, los EE.UU. dieron el dramático paso el jueves de permitir que los estadounidenses nacidos en Jerusalén registraran su país de nacimiento como Israel.
En su declaración a la prensa, el Ministerio de Relaciones Exteriores dominicano dijo que consideraría el hecho de que la embajada había estado una vez en Jerusalén, así como el hecho de que la sede del gobierno de Israel se encuentra en Jerusalén