El senador estadounidense Bernie Sanders respondió a los disturbios de árabes musulmanes y a la violencia contra civiles judíos, tuiteando que Israel no debería desalojar a los residentes del barrio de Sheikh Jarrah de Jerusalén.
“Estados Unidos debe hablar con firmeza contra la violencia de los extremistas israelíes aliados del gobierno en el Este de Jerusalén y Cisjordania, y dejar claro que los desalojos de familias palestinas no deben seguir adelante”, escribió Sanders en un tuit el sábado por la noche.
También el sábado por la noche, la representante estadounidense Alexandria Ocasio-Cortez respondió a los acontecimientos tuiteando: “Nos solidarizamos con los residentes palestinos de Sheikh Jarrah en el Este de Jerusalén. Las fuerzas israelíes están obligando a las familias a abandonar sus hogares durante el Ramadán e infligiendo violencia.”
“Es inhumano y Estados Unidos debe mostrar su liderazgo en la salvaguarda de los derechos humanos de los palestinos”.
“Desde la violencia paramilitar en Colombia y en Sheikh Jarrah, hasta la detención de niños en nuestra propia frontera y la militarización de los departamentos de policía estadounidenses, Estados Unidos debe evaluar seriamente su papel en la violencia de Estado y condicionar la ayuda”.
El viernes, el portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Ned Price, emitió un comunicado en el que afirmaba que Estados Unidos está “profundamente preocupado por el posible desalojo de familias palestinas en los barrios de Sheikh Jarrah y Silwan de Jerusalén, muchas de las cuales han vivido en sus casas durante generaciones.”
“Es fundamental evitar pasos que exacerben las tensiones o nos alejen de la paz. Esto incluye los desalojos en el Este de Jerusalén, la actividad de los asentamientos, las demoliciones de viviendas y los actos de terrorismo”, añade la declaración.
El sábado, el primer ministro israelí, Binyamin Netanyahu, celebró una reunión informativa sobre la situación, y en un inusual comunicado del sábado afirmó: “Israel está actuando de forma responsable para garantizar la ley y el orden en Jerusalén, al tiempo que protege la libertad religiosa en los lugares sagrados”.