El gran rabino ashkenazí Kalman Ber solicitó a Israel y a la comunidad internacional asistencia inmediata para la población drusa en Siria. Citó el mandamiento bíblico de “no tolerar la sangre de tu prójimo” al referirse a los recientes enfrentamientos que han dejado cientos de muertos. En su declaración, calificó la violencia como una campaña de asesinatos y pidió la intervención de líderes religiosos globales.
Los comentarios del rabino se emitieron tras la retirada de fuerzas del régimen sirio, acusadas de atacar a los drusos, luego de que Israel ejecutara ataques en el sur de Siria. “Estos son actos que nosotros y todos los líderes religiosos del mundo no debemos ignorar ni callar”, escribió Ber. Agregó que la violencia contra civiles ha incluido mujeres, ancianos y niños, y la comparó con crímenes históricos cometidos por naciones en guerra.
La intervención pública del rabino representa un hecho inusual, ya que los líderes religiosos principales de Israel rara vez emiten declaraciones sobre temas de defensa o conflictos que afectan a otras religiones. Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en el Reino Unido, más de 350 personas murieron esta semana durante los enfrentamientos entre drusos y beduinos. El grupo ha enfrentado críticas por supuestas exageraciones en informes anteriores.
El observatorio informó que 189 de los muertos pertenecen al régimen sirio y 79 eran combatientes drusos. Además, reportó 55 víctimas civiles, incluidos 27 asesinados en ejecuciones sumarias atribuidas a las fuerzas del régimen. Otros 18 muertos eran combatientes de tribus beduinas enfrentadas a los drusos. El organismo documentó estos datos con base en fuentes locales y testigos.
En Sweida, ciudad del sur de Siria con mayoría drusa, testigos afirmaron que las fuerzas gubernamentales que ingresaron con el objetivo oficial de contener los enfrentamientos se unieron a los ataques contra drusos. Estas acciones aumentaron las tensiones en la zona y motivaron la intervención israelí, que incluyó ataques dirigidos a posiciones del régimen sirio en zonas drusas.
Israel afirmó que los ataques buscaban proteger a la población drusa y evitar que el régimen sirio militarizara áreas cercanas a la frontera. Para el jueves, las fuerzas sirias habían abandonado las zonas en disputa, y anunciaron que las facciones drusas asumirían la responsabilidad de la seguridad local. Las autoridades israelíes no indicaron si continuarían las operaciones.
Ber justificó su llamado al citar el texto bíblico del Levítico: “El mandamiento divino ‘No te quedes de brazos cruzados ante la sangre de tu prójimo’ nos obliga a alzar el grito y conmover la conciencia del mundo entero”. Calificó los ataques como una forma de “limpieza étnica” y vinculó la situación con la comunidad drusa en Israel.
“El sacrificio compartido por la existencia del Estado de Israel nos une con esta comunidad”, afirmó Ber, aludiendo al vínculo entre los drusos sirios y los ciudadanos drusos israelíes, muchos de los cuales prestan servicio militar. Según el rabino, ese lazo impone una obligación moral directa sobre Israel para responder ante los hechos ocurridos.