La Corte Suprema publicó su decisión sobre la Ley de Conscripción este martes por la mañana. En una resolución unánime, el tribunal declaró: “En este momento, no existe un marco legal que permita diferenciar entre los estudiantes de yeshivá y otros que son elegibles para el servicio militar”.
A principios de este mes, la Corte Suprema se reunió con un panel de nueve jueces para discutir las peticiones que demandaban la conscripción de estudiantes de yeshivá debido a la falta de legislación al respecto, así como la revocación de presupuestos para las yeshivás que no enlistan a sus estudiantes.
La decisión sigue a una declaración de la Fiscal general de Israel, Gali Baharav-Miara, quien afirmó que el gobierno no podrá proporcionar apoyo a las yeshivás cuyos estudiantes no sirvan en el ejército, tras un breve período de adaptación a la nueva situación. Baharav-Miara también solicitó cancelar los descuentos en el impuesto sobre la propiedad y los subsidios para guarderías para las familias de estudiantes de yeshivá jaredíes que no hayan servido en el ejército.
La decisión ha provocado una ola de indignación entre numerosos miembros de la Knéset y ministros de la coalición, quienes han denunciado el fallo como una extralimitación ilegítima de la autoridad del tribunal, prediciendo que conducirá a divisiones, disturbios civiles y dificultades para la población jaredí.
Muchas figuras jaredíes han declarado que el fallo será ineficaz y que la comunidad jaredí no renunciará al estudio de la Torá bajo ninguna circunstancia.
Líderes de la oposición y varios grupos de justicia social, algunos de los cuales presentaron la petición original, han acogido con satisfacción la decisión, declarándola como un paso histórico hacia la igualdad en la sociedad israelí.