El rabino Chaim Kanievsky es enterrado en presencia de los rabinos principales Shlomo Amar y David Lau en Bnei Brak.
La policía bloqueó la entrada al cementerio a los miembros del público, permitiendo sólo a los familiares y a las figuras públicas de alto nivel asistir por temor a la saturación.
Sin embargo, decenas de personas consiguen romper las barreras y entrar en el cementerio mientras la policía intenta atraparlos y detenerlos. También se producen altercados en la entrada del cementerio cuando muchos de los bloqueados intentan entrar.
Hasta el momento, los socorristas dicen que 64 dolientes han sido atendidos en el lugar de los hechos y cinco han sido trasladados a hospitales para recibir tratamiento adicional.
Se cree que asisten al menos 500.000 personas. Los ferrocarriles israelíes están reforzando fuertemente el servicio de trenes en la zona para ayudar a aliviar el tráfico.