Décadas después de que se perdieran, los tefilín (filacterias) del combatiente del Irgun Dov Gruner, que fue ahorcado por los británicos en 1947 tras ser capturado durante un asalto a la comisaría de Ramat Gan, se van a exponer en una nueva muestra en el Centro del Patrimonio de Menachem Begin en Jerusalén.
“Cuando empezamos a trabajar en el Centro Begin en el año 2000, recibimos mucho material de archivo que había estado almacenado durante años en el Instituto Jabotinsky, donde se guardaban todo tipo de recuerdos que Menachem Begin había recibido y objetos personales que coleccionaba”, dijo Rami Stavi, del Centro Begin.
“Entre todos los montones de materiales había dos juegos de tefilín -uno que aún no hemos descubierto a quién pertenecía- y el segundo, un juego de tefilín en una pequeña bolsa con la misteriosa palabra ‘tzav’ [orden o mandato en hebreo] escrita”, relató Stavi.
“Ya entonces se insinuaba que los tefilín pertenecían a uno de los Olei Hagardom [los 12 combatientes judíos del Irgun y el Lehi anteriores a la independencia ejecutados por las autoridades obligatorias británicas]. Le pregunté al ayudante mitológico de Begin, Yehiel Kadishai, y me dijo que creía que pertenecía a uno de los Olei Hagardom, pero que no tenía ni idea de a quién”, dijo.
Pasaron los años, hasta que un día, cuando Stavi investigaba el origen de otro objeto, dio con un recorte de periódico que revelaba toda la historia. El artículo, publicado en febrero de 1978, relataba que el día en que Gruner emprendió su última operación, dejó algunos objetos en casa de su amigo Binyamin Arenfeld. La mayoría fueron devueltos a su familia, pero los tefilín se quedaron en casa de Arenfeld.
En 1978, la hija de Arenfeld decidió dárselos al antiguo comandante del Irgun, el entonces Primer Ministro Begin.
“Gruner era un visitante frecuente de nuestra casa”, dijo en el artículo. “El día que salió en su última operación, comió con mis padres en nuestra casa de Tel Aviv. Y luego se fue sin decir a dónde iba. Nunca volvió de esa operación”.
Además de los tefilín, la hija de Arenfeld también regaló a Begin dos postales que Bruner había escrito en húngaro.