Decenas de soldados y civiles judíos, junto con numerosos ucranianos no judíos, se reunieron el jueves en la Sinagoga Central Brodsky de Kiev para despedir a Anton Samborsky, de 32 años, hijo adoptivo del destacado rabino Moshe Azman, quien murió en combate semanas después de ser reclutado por el ejército ucraniano.
Anton Samborsky, conocido como el hijo adoptivo de Azman, uno de los dos rabinos que reclaman el título de rabino jefe de Ucrania, murió tras haber sido llamado a filas en medio de la guerra. El embajador de Israel en Kiev, Michael Brodsky, también asistió a la ceremonia fúnebre.
En su discurso, Azman destacó la cruel paradoja de la invasión rusa, la cual el Kremlin justifica falsamente como una operación para liberar a Ucrania de una “junta nazi”, mientras que, en realidad, está cobrando la vida de miembros de diversas minorías, incluidos judíos y rusos.
Desde el inicio de la guerra, la Federación de Comunidades Judías de Ucrania ha organizado el entierro de 47 soldados judíos. El rabino Mayer Stambler, presidente de la federación, estimó que el número de judíos ucranianos muertos en combate asciende a cientos. Actualmente, la federación también brinda comidas festivas y otros tipos de apoyo a 1.200 soldados judíos en el frente y a lo largo del país.
Azman se refirió a Samborsky como Moty, diminutivo de Matisyahu, el nombre hebreo que le dieron cuando lo adoptaron de un orfanato judío. Matisyahu es el nombre de un líder judío que luchó por la libertad durante la revuelta de los Macabeos. “He recibido decenas de miles de mensajes de apoyo”, publicó Azman en redes sociales, anunciando además una campaña benéfica en honor a Samborsky. “Esas palabras sinceras me llenan de confianza en nuestra victoria sobre el mal”, añadió.
Samborsky fue reclutado como parte de la ley de reclutamiento obligatorio, que permite llamar a filas a hombres entre 25 y 60 años. Una semana después del nacimiento de su hija en mayo, Samborsky fue enviado al frente tras completar un curso rápido de entrenamiento. murió cuando un misil cayó cerca de su posición en el eje de Pokrovsk, en la región de Donetsk, donde Rusia concentra sus esfuerzos militares.
Varios soldados ucranianos han expresado, de manera anónima, su preocupación por la falta de entrenamiento y preparación física de los nuevos reclutas enviados apresuradamente al combate para enfrentar la superioridad numérica rusa. Los ucranianos recurren a redes sociales, como Telegram, para advertir en tiempo real sobre las ubicaciones de las patrullas de reclutamiento en las ciudades y así evitar el servicio militar forzado.
El número total de bajas entre las tropas ucranianas sigue sin conocerse, ya que el gobierno no ha dado un recuento oficial. Sin embargo, en febrero, cuando se cumplieron dos años de conflicto, Ucrania informó que más de 30.000 soldados habían muerto. Estados Unidos estima que la cifra real es considerablemente mayor.
El anuncio de la muerte de Samborsky se produjo el 29 de agosto, Día del Recuerdo de los Defensores de Ucrania. En ese momento, oficialmente se le consideraba desaparecido, pero las circunstancias apuntaban a su fallecimiento. Finalmente, su cuerpo fue recuperado e identificado el miércoles, siendo enterrado al día siguiente en un cementerio judío de Kiev.
Moshe Azman, nacido en Leningrado (actual San Petersburgo) en 1966, llegó a Ucrania a principios de los años 90 para revitalizar la vida judía tras la represión soviética. Comenzó realizando servicios religiosos en la Sinagoga Brodsky, que en ese momento funcionaba como un teatro de marionetas. Actualmente, es uno de los dos rabinos que reclaman el título no oficial de rabino jefe de Ucrania, el otro siendo Yaakov Bleich, miembro del movimiento jasídico Karlin-Stolin.
Azman ha sido un ferviente defensor de Ucrania desde el inicio de la invasión rusa, organizando ayuda para soldados y civiles, tanto judíos como no judíos. Su dedicación le ha ganado popularidad entre muchos ucranianos, varios de los cuales asistieron al funeral en muestra de apoyo.
Entre los asistentes al servicio se encontraba un representante de una fundación de apoyo al Batallón Azov. Un profesor universitario judío que se unió como voluntario al ejército al inicio de la guerra elogió el apoyo de Azman, recordando cómo el rabino lo ayudó tras resultar gravemente herido en combate.
Por otro lado, Mikhail, un ucraniano no judío que trabajó como restaurador en la sinagoga Brodsky cuando aún era un teatro, expresó su respeto por la labor de Azman. “Lo sigo en Facebook y respeto lo que hace. Quise estar aquí hoy para mostrarle mi apoyo a él y a su familia en este momento tan difícil”, comentó.