El gabinete aprueba el proyecto de ley del Ministro de Servicios Religiosos Matan Kahana para reformar el proceso de conversión al judaísmo patrocinado por el Estado.
La propuesta pretende introducir una mayor competencia en la conversión religiosa, permitiendo que no sólo el rabinato nacional apruebe las conversiones -como ocurre actualmente- sino también los rabinatos regionales y municipales. Sin embargo, los críticos sostienen que la reforma puede tener en última instancia poco impacto, ya que esas autoridades locales están controladas en última instancia por el rabinato nacional y otras disposiciones del proyecto de ley pueden igualmente mantener la decisión final en manos del rabino jefe.
Una vez aprobado por el gabinete, el proyecto de ley se dirigirá ahora a la Knesset para una primera lectura. Si se aprueba, se enviará a un comité para su revisión y posibles cambios, antes de volver al pleno para una segunda y tercera lectura.
La propuesta de reforma ha suscitado duras críticas por parte de figuras ultraortodoxas, incluido el rabino jefe, así como de algunos miembros del bando nacional-religioso.
En un tuit tras la aprobación del proyecto de ley en el gabinete, Kahana saluda la reforma como “historia”.
“Juntos hemos dado un paso hacia la preservación de la identidad judía del Estado de Israel: una ley de conversión patrocinada por el Estado, de acuerdo con la ley judía, bajo los auspicios del rabinato”, dice Kahana.