Los judíos en Israel celebran el Año Nuevo de los Árboles (Tu Bishvat), una fiesta del calendario hebreo que se conmemora comiendo frutos secos, bebiendo vino y plantando árboles, aunque no es una festividad en el calendario laboral.
La ocasión “representa volver a todo lo que fue Israel en el reinado del Rey Salomón. Es una fiesta relacionada con la tierra y con todo lo que da la tierra”, explica el rabino Daniel Whiteman.
“Este día muchos niños plantan árboles en las escuelas, que no tienen por qué ser frutales y van formando bosquecitos”, agrega.
Coincide con la conmemoración del aniversario de la creación de la Knéset, el Parlamento, que los diputados y empleados de la Cámara celebran plantando árboles y arbustos en sus alrededores.
Whiteman explica que “cuando los judíos todavía no estaban en Israel, recibían frutas de aquí que se mandaban a Europa y otras partes del mundo. Pero muchas se echaban a perder y por eso empezaron a consumirlas secas, una tradición que se mantiene hasta hoy”.
Además, esos frutos se entregaban también como una especie de diezmo a los sacerdotes y los pobres.
Los que más se consumen en la jornada de hoy son los frutos que la Biblia asocia a la tierra de Israel, como los dátiles, los higos y la cebada.
“La miel de dátiles es la nuestra típica. Antes no se conocía la de abeja”, dice el rabino, que añade que el consumo de los frutos se riega con vinos tintos, rosados y blancos.
Tu Bishvat tiene su origen en la Mishná (compilación de leyes judías de tradición oral), y no en la Torá (Pentateuco o Biblia) como otras celebraciones.
Relacionada con el despertar de la naturaleza tras el invierno, se conmemora en el punto medio de la temporada de lluvias, entre enero y febrero, y hoy su significado está ligado a la conexión de los judíos con la Tierra de Israel, por lo que las familias suelen llevar a los menores al campo a plantar árboles.